Biología
Observan por vez primera cómo empieza la simbiosis entre coral y alga
El coral y una clase de algas mantienen una relación de cooperación desde hace más de 200 millones de años. Las células de los corales proporcionan a esas algas unicelulares un refugio y los requisitos para la fotosíntesis. A cambio, las algas proporcionan nutrientes al coral. Cuando un coral sufre estrés ambiental, las algas aposentadas en él pueden ser desalojadas de su cuerpo, lo que vuelve blanco al coral. Vinculado al cambio climático global y a la contaminación, este blanqueamiento del coral puede resultar devastador, con impactos negativos en la fauna, la pesca, la protección frente a inundaciones costeras y el turismo.
Conocer los detalles de esa simbiosis puede aportar datos decisivos para ayudar a mejorar la conservación de los arrecifes de coral.
Esta información vital puede que comience a obtenerse a partir de ahora, gracias a la primera observación que se ha conseguido hacer de cómo empieza la simbiosis entre coral y alga.
En el pasado ha sido difícil realizar experimentos para desentrañar a fondo los mecanismos de la simbiosis de las algas con los corales constructores de arrecifes, pero un equipo que incluye a Nori Satoh, del Instituto de Ciencia y tecnología de Okinawa, y Kaz Kawamura, de la Universidad de Kochi, ambas instituciones en Japón, ha logrado recientemente cultivar células estables de Acropora tenuis, una especie de coral muy común.
Los investigadores colocaron algas dinoflageladas cerca de estas células de coral cultivadas en laboratorio para averiguar qué ocurre exactamente en las fases iniciales de la simbiosis de los corales con las algas.
Un momento de la primera fase del establecimiento de la simbiosis de células del coral Acropora tenuis (transparentes) con células de alga dinoflagelada de la especie Breviolum minutum (marrón-verde), que son unicelulares y fotosintéticas. Cuando las células móviles de A. tenuis encuentran a una B. minutum libre, la capturan y la engullen valiéndose de sus pseudópodos. (Foto: Kawamura, Sekida, Nishitsuji, Shoguchi, Hisata, Fujiwara y Satoh)
Satoh y sus colegas observaron cómo varios minutos después de la introducción de las células de alga, las células de coral empezaron a moverse más rápido y a desarrollar pseudópodos (estructuras temporales en forma de brazo o tentáculo) que utilizaron para engullir las algas dinoflageladas en cuestión de minutos. En algunos casos, cuando la célula de alga alcanzaba el interior de la célula de coral, era trasladada a una vacuola, una burbuja protectora unida a la membrana. En otros casos, la célula de alga se fragmentaba y era "digerida".
El estudio se titula “In vitro Symbiosis of Reef-Building Coral Cells With Photosynthetic Dinoflagellates”. Y se ha publicado en la revista académica Frontiers in Marine Science. (Fuente: NCYT de Amazings)