Psicología
Efectos del estrés y su correcta gestión en el área laboral desde el punto de vista empresarial
El estrés laboral es un fenómeno, más bien una patología, que afecta cada vez a más población activa. Estos procesos han ido aumentando en los últimos años debido a los cambios de trabajo en las últimas décadas. El estrés se traduce en una reducción en la sensación de bienestar físico y psicológico del trabajador que acaban por deteriorar el ambiente organizacional.
Antes de introducirnos de lleno en esas consecuencias del estrés, es importante establecer una diferencia entre eustrés o estrés positivo y distrés o estrés negativo. Este último es el que provoca disfunciones en la persona y puede alterar la productividad a nivel laboral.
La Fundación Europa para las Mejoras de las Condiciones de Vida y Trabajo señala que un 28% de los trabajadores europeos padece algún tipo de estrés laboral. Además, en muchos casos se hace notar el factor doble presencia, que consiste en tener que trabajar fuera de casa y en el ámbito familiar y doméstico. Por este motivo, todavía hoy las mujeres son más propensas a sufrir estrés laboral que los hombres.
¿Cómo se puede reducir el grado de estrés laboral desde el ámbito empresarial?
La intervención sobre la organización, la empresa, debe comenzar con una fase de diseño en la que se consideren elementos del puesto de trabajo, el entorno físico y social y las repercusiones para la salud.
Una de las bases es mejorar la comunicación, aumentar la participación de los trabajadores en las decisiones de funcionamiento, impulsar cambios en las condiciones ambientales, de confort térmico, de ergonomía y de horarios laborales.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Laboral de Estados Unidos señala una serie de medidas preventivas a poner en marcha en los centros de trabajo que impulsen horarios de trabajo predecibles, regulares y compatibles con la conciliación familiar y social y acciones de participación y control de los trabajadores en las decisiones.
A su vez, las cargas de trabajo han de estar ajustadas a la formación, experiencia y contrato de los empleados; debe existir una definición clara de los roles a ocupar en la empresa; y se ha de producir el fomento de las interacciones sociales en pos de crear un buen ambiente laboral.
A estas propuestas se suman recomendaciones de la Fundación Europea para las Mejoras de las Condiciones de Vida y de Trabajo que van en la línea de mejorar el contenido y la organización del trabajo; controlar los cambios en esas condiciones laborales; llevar a cabo campañas de sensibilización y concienciación sobre el estrés laboral; y ampliar los objetivos de salud laboral.
¿Quiénes son los encargados de promover todas estas medidas en el ámbito empresarial?
El estrés laboral, o mejor dicho, el conjunto de rutinas y protocolos a incorporar para reducir su aparición, es tarea de los responsables de recursos humanos. Estos profesionales no solo se encargan de seleccionar qué personas van a formar parte de la empresa como empleados, sino que han de velar para que su situación en el equipo sea la adecuada, pues de ello deriva una mayor productividad y un crecimiento más rápido.
En la actualidad existen muchas vías para iniciarse en el diseño de estos protocolos, pero un máster en recursos humanos y psicología del trabajo es la mejor fórmula para comprender cómo puede afectar realmente el estrés laboral en una organización.
La idea es observar la empresa desde un punto de vista más humanista y conseguir que los equipos de recursos humanos contribuyan activamente al bienestar laboral. De hecho, invertir en prevención del estrés implica un ahorro de costes para la compañía en el medio plazo, lo que supone situarla en una posición ventajosa frente a la competencia.
¿Qué consecuencias tiene el estrés laboral a nivel individual y organizativo?
Un alto grado de estrés laboral conlleva alteraciones físicas y psíquicas que pueden inducir a problemas de salud de calado. Las alteraciones de carácter físico se reflejan a través de trastornos gastrointestinales, respiratorios, endocrinos, dermatológicos, musculares y hasta en afecciones en el sistema inmune.
En el apartado psíquico y mental, una preocupación excesiva, la incapacidad para tomar decisiones, la sensación de confusión, los problemas de concentración y atención, la desorientación, episodios de olvido y pérdida de memoria o una mayor susceptibilidad y encontronazos con compañeros son señales evidentes de que algo no funciona bien en la empresa.
La formacion en recursos humanos tiene también esa tarea como una de sus responsabilidades, pues no cabe olvidar que todos estos problemas motivan enfermedades, absentismo laboral, incapacidad y hasta aumento en el número de accidentes.
En cualquier ámbito de actividad es importante tener en cuenta el riesgo que supone el estrés laboral y promover acciones o medidas que reduzcan esa problemática. Los responsables de recursos humanos son los profesionales encargados de diseñar esos protocolos, pero siempre han de hacer partícipes a los propios empleados de esas medidas, de manera que ellos también participen de las decisiones.



