Artículo de Germán Fernández Sánchez, en el blog El Neutrino, que recomendamos por su interés.
A simple vista, desde la Tierra, el Sol parece una esfera estable y tranquila. Pero nada más lejos de la realidad. Su superficie está en continua agitación; sus campos magnéticos provocan enormes erupciones de materia y energía que intensifican la radiación del viento solar. Los efectos de esas erupciones tardan entre uno y cinco días en llegar a nuestro planeta, donde causan las llamadas tormentas geomagnéticas.
Estas tormentas son más frecuentes en los máximos y en los mínimos del ciclo de actividad solar de 11 años, y en ellas se incrementan tanto las partículas energéticas procedentes del viento solar como las corrientes eléctricas en la magnetosfera y en la ionosfera, provocando auroras y alteraciones en las brújulas, en los sistemas GPS y en las transmisiones de radio y radar.
El artículo, publicado en el blog El Neutrino, se puede leer
aquí.