Medicina
La variante ómicron del SARS-CoV-2 y las vacunas contra la COVID-19
La variante ómicron del SARS-CoV-2, el coronavirus culpable de la enfermedad pandémica COVID-19, fue detectada por primera vez en Sudáfrica en noviembre de 2021 y desde entonces se ha extendido a muchos países. Se prevé que se convierta en la variante dominante en unas semanas o meses.
Los primeros estudios epidemiológicos muestran que la variante ómicron es más transmisible que la variante actualmente dominante (la delta). Es capaz de propagarse a individuos que han recibido dos dosis de vacuna contra la COVID-19 y a individuos previamente infectados por el coronavirus.
El equipo internacional de Olivier Schwartz, del Instituto Pasteur en Francia, estudió la sensibilidad de la variante ómicron a los anticuerpos monoclonales utilizados en la práctica clínica para prevenir las formas graves de la enfermedad en las personas de riesgo, así como a los anticuerpos presentes en la sangre de individuos previamente infectados por el SARS-CoV-2 o vacunados contra este.
Los autores del estudio compararon esta sensibilidad con la de la variante delta. Y han constatado que ómicron es mucho menos sensible a los anticuerpos neutralizantes que delta.
El equipo de Schwartz también analizó la sangre de personas que habían recibido dos dosis de la vacuna de Pfizer o de la de AstraZeneca. Cinco meses después de la vacunación, los anticuerpos de la sangre ya no eran capaces de neutralizar a la ómicron.
![[Img #65526]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/01_2022/9244_la-variante-omicron-del-sars-cov-2.jpg)
En esta imagen, obtenida mediante microscopio electrónico de barrido y luego procesada, se muestra en color amarillo a partículas del SARS-CoV-2, el coronavirus culpable de la COVID-19, infectando a una célula humana, mostrada en color azulado. La zona negra es espacio extracelular entre las células. (Imagen: NIAID / NIH)
Esta pérdida de eficacia también se observó en individuos que habían sido infectados por el SARS-CoV-2 en los últimos 12 meses. La administración de una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer o de una dosis única de la vacuna en individuos previamente infectados condujo a un aumento significativo de los niveles de anticuerpos que fue suficiente para neutralizar a la ómicron.
Por lo tanto, la variante ómicron es mucho menos sensible a los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 que se utilizan actualmente en la práctica clínica o que se obtienen tras dos dosis de vacuna.
El estudio se titula “Considerable escape of SARS-CoV-2 Omicron to antibody neutralization”. Y se ha publicado en la revista académica Nature. (Fuente: NCYT de Amazings)



