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Miércoles, 30 de Mayo de 2012
Antropología

Cazar pudo ser lo que permitió al Ser Humano propagarse por todas partes del mundo

Cuando los humanos primitivos comenzaron a comer carne y a cazar, convirtiéndose así en depredadores importantes, su nueva dieta de mayor calidad hizo que las mujeres pudieran destetar antes a sus hijos. A su vez, esto permitió a las mujeres dar a luz más hijos durante su vida reproductiva, lo cual posiblemente contribuyó a que la población se extendiera por el mundo.

La conexión entre el consumo de carne y un destete más rápido ha sido demostrada por un grupo de investigación de la Universidad de Lund en Suecia, que comparó cerca de 70 especies de mamíferos y encontró patrones claros.

Aprender a cazar fue un paso decisivo en la evolución humana. La caza requiere de comunicación, planificación y el uso de herramientas, todo lo cual exigió un cerebro más grande. Al mismo tiempo, la adición de carne a la dieta hizo posible desarrollar este cerebro más grande.

El estudio fue conducido por el equipo de la psicóloga del desarrollo Elia Psouni, el neurofisiólogo Martin Garwicz y el genetista evolutivo Axel Janke.

En las sociedades cuyas parejas no controlan la natalidad, la duración media de la lactancia materna es de 2 años y 4 meses. Esto no es mucho en relación con la edad máxima teórica de nuestra especie, alrededor de 120 años. Es incluso menor si se compara con el caso de nuestros parientes evolutivos vivos más cercanos: Las hembras de chimpancé amamantan a sus crías durante un periodo de entre 4 y 5 años, en tanto que la edad máxima de los chimpancés es de sólo unos 60 años.

Muchos investigadores han tratado de explicar el periodo de lactancia relativamente más corto de los humanos basándose en teorías sociales y de comportamiento sobre la crianza y el tamaño de la familia. Sin embargo, el equipo de Psouni, Garwicz y Janke ha mostrado ahora que los humanos en realidad no somos distintos a otros mamíferos con respecto al momento del destete. Si se introduce en la ecuación el desarrollo del cerebro y la composición de la dieta, el momento en que nuestros bebés son destetados se corresponde con el patrón de otros mamíferos.

El modelo matemático desarrollado por Elia Psouni y sus colegas, basado en datos de cerca de 70 especies de mamíferos de varios tipos, muestra que los bebés de todas las especies dejan de mamar cuando su cerebro ha llegado a determinada etapa de desarrollo. Los carnívoros, debido a su dieta de alta calidad, pueden afrontar el destete antes que los herbívoros y que los omnívoros típicos.

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