Energía y contaminación
¿Qué huella de carbono es mayor: la de un SUV eléctrico o la de su homólogo de gasolina?
Unos científicos han llevado a cabo un análisis pormenorizado de las características que debe tener un paquete de baterías, en función del vehículo al que están dirigidas, para que contamine lo menos posible, directa e indirectamente, y pueda cumplir con normativas futuras sobre emisiones.
El estudio, que se ha realizado dentro del proyecto DETEBAT-VE, es obra de expertos del Instituto CMT-Motores Térmicos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en España.
En un primer análisis, el informe determina que un vehículo eléctrico tipo SUV de 210 CV emite menos dióxido de carbono (CO2) - de manera indirecta - que las que emitiría por el tubo de escape el mismo vehículo con motor de gasolina, si se tiene en cuenta el uso, producción y reciclado de la batería.
En el estudio, de tipo computacional, se ha analizado la autonomía de distintos vehículos eléctricos representativos de cada segmento en función de la capacidad energética de la batería. También se han analizado sus emisiones indirectas de CO2 a la atmósfera, derivadas de la producción de las baterías, el reciclado y la recarga de las mismas.
Las primeras conclusiones del estudio revelan que un vehículo eléctrico tipo SUV (46% de ventas en Europa) con una batería representativa del segmento (70 kWh) tiene unas emisiones de CO2 - indirectas - un 16% menores que las del mismo vehículo con un motor de gasolina equivalente (210 CV) en condiciones de homologación (WLTC). Para ello, se ha tenido en cuenta el CO2 derivado del uso, producción y reciclado de la batería. En estas condiciones, eso sí, el SUV eléctrico proporciona una autonomía de 400 km, menos de la mitad que el vehículo a gasolina (830 km).
Calorímetro de reacción acelerada y fuente bidireccional utilizado en el Instituto CMT-Motores Térmicos para el estudio de baterías. (Foto: UPV)
El estudio también ha tenido en cuenta condiciones de conducción por ciudad (características de la ciudad de Madrid en España), confirmando una reducción de la autonomía hasta los 350 km al someter a la batería a un uso urbano.
Otro aspecto que reduce la autonomía de la batería es el uso en autovía (250 km), debido a las pocas ocasiones de recarga regenerativa por frenado del vehículo.
En cuanto a las emisiones de CO2, el estudio revela que en todos los escenarios de conducción de vehículos SUV equipados con una batería de 70 kWh, las emisiones indirectas de CO2 son menores a las que se emitirían con un motor de gasolina. (Fuente: UPV)