Medicina
Vacuna contra el melanoma
Una vacuna argentina ha demostrado ser mucho menos tóxica que el fármaco interferón y prolongar más la vida sin metástasis en pacientes con melanoma (el cáncer de piel más agresivo) en estadios con alto riesgo de recaída, según resultados de un estudio clínico de fase II publicados en la revista académica “Frontiers in Immunology”.
La vacuna, denominada VACCIMEL, “demostró que es capaz de activar una fuerte respuesta inmune contra el melanoma”, señaló el doctor José Mordoh, investigador del CONICET, jefe del Laboratorio de Cancerología en la Fundación Instituto Leloir (FIL) y director del Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer, en Argentina.
“Lo interesante del estudio es que también pudimos determinar que el tratamiento con VACCIMEL es compatible con los llamados ‘inhibidores de los puntos de control inmunológico’, un tipo de inmunoterapia que en los últimos años ha demostrado ser capaz de mejorar enormemente las perspectivas de estos pacientes. La combinación de ambos tratamientos es segura, y potenciaría la respuesta inmune contra este agresivo tumor de la piel”, añadió Mordoh.
Los análisis de sangre de los pacientes reclutados en el estudio demuestran que VACCIMEL va modelando poblaciones genéticamente homogéneas o “clones” de ciertas células inmunes, los linfocitos T circulantes, para que reconozcan antígenos tumorales (moléculas que despiertan la reacción de las defensas del cuerpo).
“Los linfocitos T migran hacia el tumor y destruyen células malignas”, explicó Mordoh, médico graduado con honores y doctorado en la UBA que fue discípulo del Nobel de Medicina de 1965, François Jacob, y del Nobel de Química de 1970, Luis Federico Leloir.
De izquierda a derecha: María Marcela Barrio, Mariana Aris, Ana Mordoh, José Mordoh, Alicia Inés Bravo e Ibel Carri, del equipo de investigación. (Foto: Agencia CyTA-Leloir)
En el nuevo estudio, un grupo de 19 pacientes con melanoma de alto riesgo de recaída (estadíos IIB, IIC y III) recibió VACCIMEL en combinación con BCG y GM-CSF. La BCG o Bacillus Calmette-Guerin se utiliza para la vacunación antituberculosa e induce una fuerte respuesta inmune, y el GM-CSF es una molécula que atrae monocitos, un glóbulo blanco clave para una inmunidad efectiva.
“La combinación de VACCIMEL, BCG y GM-CSF potenció aún más la respuesta inmune contra el melanoma”, destacó Mordoh.
Otro grupo de pacientes recibió solo interferón, un medicamento cuyo efecto consiste en hacer que el sistema inmune ataque células tumorales.
Los resultados fueron elocuentes: la mitad de los pacientes tratados con VACCIMEL recayó a los 96 meses mientras que la mitad de aquellos tratados con interferón lo hizo a los 13 meses.
Por otra parte, los investigadores observaron además que, con un seguimiento de entre 91 y 223 meses de 30 pacientes tratados con VACCIMEL en distintos estudios clínicos, cuatro años después de la vacunación, 3 de cada 4 pacientes no presentaron metástasis a distancia (cuando el tumor se disemina a órganos lejanos), una proporción comparable a la obtenida con inhibidores de los puntos de control inmunológico o con terapias dirigidas.
Del estudio también participaron Ana Mordoh, de la División de Dermatología del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Universidad de Buenos Aires (UBA); Mariana Aris y María Marcela Barrio, del Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer; Ibel Carri, del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín; Alicia Bravo, de la Fundación Instituto Leloir; Enrique Podaza del Instituto Englander de Medicina de Precisión, en Estados Unidos; Juan Carlos Triviño Pardo, de los Sistemas Genómicos del Grupo Biomédico ASCIRES, en Valencia, España; y Gerardo Rubén Cueto, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Los estudios clínicos de fase I y II fueron llevados a cabo en el Instituto Alexander Fleming, en Buenos Aires, y el último contó con el patrocinio del Laboratorio Pablo Cassará. (Fuente: Agencia CyTA-Leloir)