Medicina
Nuevas sustancias que podrían tratar la leucemia
Unos científicos han descubierto sustancias que podrían servir de fármacos contra cánceres de la sangre.
Todavía faltan años para que los posibles fármacos hayan sido perfeccionados y verificados lo suficiente como para ponerse a prueba en pacientes con cáncer, pero los resultados del reciente estudio proyectan un rayo de esperanza.
La investigación la han realizado especialistas de la Universidad Rice y del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, en Estados Unidos todas estas entidades.
En investigaciones anteriores, los equipos de la bioquímica Natasha Kirienko de la Universidad Rice y la doctora Marina Konopleva del Centro Oncológico MD Anderson examinaron unos 45.000 compuestos y encontraron entre ellos a unos pocos con capacidad de actuar sobre las mitocondrias del modo deseado. En el nuevo estudio, los investigadores eligieron ocho de los compuestos más prometedores, identificaron entre 5 y 30 análogos estrechamente relacionados con cada uno de ellos y realizaron decenas de miles de pruebas para determinar sistemáticamente el grado de toxicidad de cada análogo para las células leucémicas, tanto cuando se administraban sin nada más como cuando se aplicaban en combinación con fármacos de quimioterapia ya existentes, como la doxorrubicina.
En su día, el laboratorio de Kirienko ya demostró que los ocho compuestos actúan sobre la maquinaria de producción de energía de las células, las mitocondrias. En cada célula viva hay entre decenas y miles de mitocondrias trabajando cada minuto y, como todas las máquinas, se desgastan con el uso. Los ocho compuestos inducen la mitofagia, la rutina de mantenimiento que las células utilizan para retirar y reciclar las mitocondrias que ya no están en condiciones lo bastante buenas.
![[Img #66562]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/07_2022/7570_nuevas-sustancias-que-podrian-tratar-la-leucemia.jpg)
Natasha Kirienko (izquierda) y Svetlana Panina. (Foto: Jeff Fitlow / Rice University)
En momentos de presión fisiológica extrema, las células pueden renunciar temporalmente a la mitofagia para obtener un impulso energético extra de emergencia. El cáncer es notorio por tomar el control de este tipo de programas celulares con el fin de promover su crecimiento desmesurado y patológico. Por ejemplo, investigaciones anteriores han demostrado que las células leucémicas tienen muchas más mitocondrias dañadas que las células sanas y también que son más sensibles al daño mitocondrial que las células sanas.
Kirienko y Konopleva razonaron que los fármacos que inducen la mitofagia podrían debilitar las células leucémicas y hacerlas más vulnerables a la quimioterapia.
Kirienko, Konopleva y sus colegas plantearon la hipótesis de que activar la mitofagia puede hacer mucho daño a las células leucémicas. Y, efectivamente, descubrieron que seis de los compuestos matan selectivamente a las células leucémicas humanas. A continuación, estudiaron más a fondo los compuestos y sus posibles combinaciones.
El equipo comenzó probando la toxicidad de sus compuestos inductores de mitofagia, y las combinaciones con estos, contra células de leucemia mieloide aguda, la forma más comúnmente diagnosticada de la enfermedad. A continuación, probaron contra otras formas de leucemia los seis compuestos que habían demostrado ser los más eficaces contra la leucemia mieloide aguda. Descubrieron que cinco de ellos también eran eficaces para eliminar las células de leucemia linfoblástica aguda y las células de leucemia mieloide crónica. En diversas pruebas se comprobó que todos esos fármacos inductores de mitofagia causaban mucho menos daño a las células sanas.
En sus experimentos finales, los investigadores probaron uno de los compuestos más eficaces para atacar a las mitocondrias, el denominado “PS127E”, en ratones a los que les implantaron células cancerosas procedentes de un paciente con leucemia. Luego, se expuso a los ratones al PS127E, y se comprobó la gran eficacia de esta sustancia para matar células de leucemia mieloide aguda en ratones.
"Aunque esto es muy prometedor, todavía estamos a cierta distancia de tener un nuevo tratamiento que podamos utilizar en el ámbito clínico", advierte Kirienko. "Todavía nos queda mucho por descubrir. Por ejemplo, tenemos que conocer mejor cómo funcionan esos fármacos en las células. Debemos afinar la dosis hasta obtener la que comprobemos que es la mejor y, quizá lo más importante, tenemos que hacer pruebas en una amplia gama de cánceres de leucemia mieloide aguda. Esta clase de leucemia tiene muchas variaciones, y necesitamos saber qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse de este tratamiento y cuáles no. Solo cuando hayamos finalizado esta labor, que puede llevar unos años, podremos empezar a hacer ensayos en humanos."
El estudio se titula “Novel mitochondria-targeting compounds selectively kill human leukemia cells”. Y se ha publicado en la revista académica Leukemia. (Fuente: NCYT de Amazings)



