Beber alcohol con o sin compañía, futuros distintos para la salud

El consumo excesivo de alcohol es un grave problema global de salud, que provoca 3 millones de muertes al año en todo el mundo. A la hora de evaluar el riesgo de que una persona joven acabe teniendo problemas de alcoholismo, los médicos y otros profesionales de la salud suelen centrar sus preguntas en cuántas veces la persona bebe alcohol y cuánta cantidad ingiere en cada ocasión. Sin embargo, hay algunos especialistas que creen que el contexto social en el que los jóvenes beben es un indicador importante, pero a menudo pasado por alto, del riesgo de que la persona sufra problemas de alcoholismo en el futuro.

Kasey Creswell, de la Universidad Carnegie Mellon en Estados Unidos, es una de estos especialistas.

Junto con Yvonne M. Terry-McElrath y Megan E. Patrick, ambas de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, Creswell ha llevado a cabo un estudio en el que se han detectado diferencias entre beber solo o beber acompañado en cuanto a la evolución futura en el consumo de alcohol.

Las autoras de la investigación analizaron datos de un extenso estudio, todavía en marcha, sobre consumo de alcohol y drogas entre adolescentes estadounidenses, de quienes se hace un seguimiento que ya ha llegado hasta su plena adultez. Aproximadamente 4.500 adolescentes (de 18 años) respondieron a una encuesta en la que se les preguntaba por sus pautas de consumo de alcohol y si lo consumían cuando estaban solos. A continuación, se realizó un seguimiento de estas personas durante 17 años, durante el cual proporcionaron información sobre su consumo de alcohol y sobre si bebían solos o acompañados a los 23 o 24 años de edad, y sobre si padecían síntomas de alcoholismo, o de estar en la antesala del mismo, a los 35 años de edad.

Botella de vino en una bodega. (Foto: Amazings / NCYT)

Los resultados del análisis de la información mostraron que los adolescentes y adultos jóvenes que declararon beber solos tenían un mayor riesgo de sufrir problemas de alcoholismo en su adultez plena en comparación con sus compañeros que solo bebían acompañados.

Las investigadoras tuvieron en cuenta diversos factores de riesgo de caer en el alcoholismo que son bien conocidos y entre los que figuran consumir alcohol muy a menudo y sufrir muchas borracheras.

Creswell y sus colegas constataron que las probabilidades de tener problemas de alcoholismo a los 35 años eran un 35% más altas para los adolescentes que bebían solos, y un 60% más altas para los veinteañeros que bebían solos, en comparación con quienes solo bebían acompañados. Las adolescentes que bebían solas parecían tener un riesgo mayor que el de los chicos de desarrollar futuros problemas de alcoholismo en la edad adulta.

Aproximadamente el 25% de los adolescentes y el 40% de los veinteañeros declararon beber solos. Estos resultados sugieren que concienciar de los riesgos futuros del alcohol a las personas que beben solas, sobre todo a las mujeres jóvenes, puede ser una buena estrategia de prevención para reducir la cantidad de casos de alcoholismo futuros.

El estudio realizado por Creswell y sus colegas se titula “Solitary alcohol use in adolescence predicts alcohol problems in adulthood: A 17-year longitudinal study in a large national sample of US high school students”. Y se ha publicado en la revista académica Drug and Alcohol Dependence. (Fuente: NCYT de Amazings)