Ingeniería
Hacia un sistema más eficaz para capturar dióxido de carbono en procesos de combustión
Una tecnología capaz de aislar de manera eficaz y barata el dióxido de carbono (CO2) ayudaría a mitigar la acumulación de ese gas en la atmósfera, contribuyendo así a refrenar el avance del cambio climático. Ello a su vez permitiría seguir utilizando en ciertas instalaciones industriales, durante algún tiempo más, combustibles fósiles que aún son baratos y abundantes, como el carbón y el gas natural, sin los efectos medioambientales adversos de la liberación de CO2 a la atmósfera.
Sin embargo, extraer el dióxido de carbono del resto de los subproductos generados en una central termoeléctrica alimentada con combustible fósil sigue siendo por ahora un proceso caro que requiere cantidades grandes de energía, el uso de productos químicos especiales y equipamiento extra.
La situación podría cambiar en un futuro quizás cercano gracias al trabajo de unos investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Cambridge, Estados Unidos, quienes están ahora evaluando un sistema que elimina eficazmente el nitrógeno del proceso de combustión, suministrando un flujo de dióxido de carbono puro después de extraer el resto de los subproductos de la combustión, incluyendo el agua.
El principal componente del sistema es una membrana de cerámica que separa el oxígeno del aire. Quemar los combustibles en oxígeno puro, en vez de en aire, el cual es una mezcla de gases, facilita la obtención de un flujo de CO2 puro.
El equipo de Ahmed Ghoniem, profesor de ingeniería en el MIT, ha construido un reactor a pequeña escala en su laboratorio para probar la tecnología de la membrana, y ya ha podido empezar a establecer los parámetros bajo los que debe operar la membrana para resistir las condiciones extremas que reinan dentro de una central termoeléctrica convencional.
Esta tecnología de membrana cerámica puede ser una solución barata y de bajo consumo energético para capturar dióxido de carbono. Permitiría recortar las emisiones de CO2 en las centrales eléctricas que sigan usando combustibles fósiles. Lo ideal es la implantación de las energías alternativas, pero eso llevará su tiempo, y, por otra parte, siempre es mejor capturar el CO2 que no hacerlo.