Astronomía
Transformaciones asombrosamente rápidas en la superficie del asteroide Bennu
Bennu es un asteroide de unos 500 metros de diámetro, explorado por la sonda espacial OSIRIS-REx de la NASA. La nave partió de la Tierra en 2016 y llegó a Bennu en 2018. Allí realizó una extensa serie de observaciones, incluyendo un breve descenso a la superficie para recoger muestras del suelo. El 10 de mayo de 2021 emprendió el viaje de regreso a la Tierra. El objetivo del viaje de vuelta es depositar en 2023 sobre la superficie de la Tierra una cápsula con las muestras recogidas. Sin embargo, una parte importante de la información obtenida por la OSIRIS-REx ya está siendo analizada y comienzan a surgir resultados inesperados.
Los científicos de la misión de la OSIRIS-REx han descubierto que los cambios en la superficie del asteroide se desarrollan muchísimo más rápido de lo que se creía.
Al analizar las fracturas de rocas del asteroide Bennu a partir de imágenes de alta resolución tomadas por la OSIRIS-REx, el equipo de Marco Delbo del Observatorio de la Costa Azul en Niza, Francia, ha descubierto que el calor del Sol fractura las rocas de Bennu en un ciclo que solo dura entre 10.000 y 100.000 años. Puede parecer mucho tiempo, pero la creencia generalizada en la comunidad científica ha sido hasta ahora que ese proceso en los asteroides tardaba varios millones de años.
"Nos sorprendió saber que el proceso de envejecimiento y meteorización en los asteroides ocurre tan rápidamente, geológicamente hablando", confiesa Delbo.
Los rápidos cambios de temperatura en Bennu crean tensiones internas que fracturan y rompen las rocas, de forma similar a como se rompe un vaso frío bajo el agua caliente. El Sol sale cada 4,3 horas en Bennu. En el ecuador, las temperaturas máximas diurnas pueden alcanzar unos 120 grados centígrados, y las mínimas nocturnas caen en picado hasta unos 20 grados centígrados bajo cero).
Los científicos de la misión de la OSIRIS-REx detectaron grietas en las rocas en las imágenes captadas por la nave espacial. Delbo y sus colegas examinaron la longitud y los ángulos de más de 1.500 fracturas en las imágenes de la OSIRIS-REx. Algunas de las fracturas son más cortas que una raqueta de tenis, otras más largas que una pista de tenis.
![[Img #66688]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/07_2022/8657_transformaciones-asombrosamente-rapidas.jpg)
Dos versiones de una foto de un sector del suelo del asteroide Bennu. Gracias a esta y a las demás imágenes detalladas, los investigadores han logrado detectar más de 1.500 fracturas en rocas. A la izquierda, la foto original. En la versión de la derecha, las fracturas existentes en ese sector de la superficie se han marcado en rojo para hacer más fácil localizarlas y reconocerlas. (Foto: NASA Goddard / University of Arizona)
Los autores del estudio descubrieron que las fracturas se alinean predominantemente en la dirección noroeste-sudeste, lo que indica que fueron causadas por el Sol, que demuestra ser por tanto la principal fuerza transformadora en el paisaje de Bennu.
Si deslizamientos de tierra o impactos desplazasen las rocas más rápido de lo que estas tardan en agrietarse, las fracturas apuntarían en direcciones aleatorias, tal como razona Delbo. Como, en vez de eso, están alineadas del modo descrito, ello demuestra que es el Sol el principal artífice de los cambios. (Fuente: NCYT de Amazings)



