Neurología
Las neuronas que inician los movimientos de locomoción
Un equipo de científicos ha obtenido nuevos y reveladores datos que podrían ayudar a contestar una de las grandes preguntas pendientes de la neurociencia: ¿Qué "circuito" cerebral inicia los movimientos rítmicos propios de acciones como caminar, correr y nadar?
Aunque en experimentos realizados en la década de 1970 usando estimulación eléctrica del cerebro se consiguió identificar áreas del cerebro responsables de iniciar la locomoción, la vía exacta, neurona por neurona, no había sido descrita en ningún vertebrado, hasta ahora.
Para encontrar esta vía, el Dr. Edgar Buhl y sus colegas en la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bristol, Reino Unido, estudiaron un vertebrado pequeño y simple: el renacuajo de rana Xenopus.
El equipo de Buhl ha encontrado el "circuito" exacto que pone en marcha a los movimientos natatorios, y también ha constatado que esta vía se compone de sólo cuatro tipos de neuronas.
Lo descubierto aclara pues el enigma añejo de cómo se inicia la locomoción después de una estimulación sensorial y, por primera vez en un vertebrado, define en detalle una vía directa responsable. Los hallazgos hechos en este estudio podrían ser de gran interés evolutivo y también podrían abrir el camino para averiguar cómo exactamente se inician los movimientos de locomoción en otros vertebrados.
Cuando los mecanismos cerebrales que inician la locomoción resultan dañados, como por ejemplo sucede en las personas con la Enfermedad de Parkinson, surgen numerosos problemas. El de los movimientos involuntarios es quizá el más conocido popularmente. Pero uno de los más angustiosos para el paciente en una fase avanzada de la enfermedad es vencer las dificultades que experimenta cuando intenta ponerse a caminar. Por tanto, averiguar cómo exactamente se ponen en marcha los movimientos natatorios en los renacuajos podría ser un primer paso hacia el objetivo final de desentrañar los entresijos de la puesta en marcha de la locomoción en vertebrados más complejos, incluyendo al Ser Humano. Y a la postre, esta línea de investigación podría incluso desembocar en hallazgos útiles para el tratamiento de trastornos del movimiento, incluyendo la Enfermedad de Parkinson.