Biología
El secreto de cómo un animal sobrevive décadas sin agua
Algunas especies de tardígrados, u ositos de agua, como también se conoce a estos diminutos animales acuáticos, pueden sobrevivir en distintos entornos a menudo hostiles o incluso mortales para la mayoría de las formas de vida. Por primera vez, se ha conseguido describir un mecanismo que permite que algunos tardígrados soporten una deshidratación extrema y de larga duración sin morir.
El estudio lo ha realizado el equipo de Takekazu Kunieda de la Universidad de Tokio en Japón.
Aunque el agua es esencial para toda la vida que conocemos, algunos tardígrados pueden vivir sin ella durante periodos de hasta varias décadas. Los tardígrados entran en una especie de hibernación profunda, pero la clave para lograr este portento de sobrevivir a la deshidratación está en cómo sus células lidian con el estrés fisiológico impuesto por el proceso de deshidratación. Ya se sospechaba que cuando el agua sale de una célula de tardígrado, algún tipo de proteína debe ayudar a la célula a mantener su forma física para evitar que se derrumbe sobre sí misma. Tras probar varios tipos diferentes de proteínas, Kunieda y sus colegas han descubierto que esa función la desempeñan proteínas de un tipo conocido como CAHS que, hasta donde se sabe, son exclusivas de los tardígrados. Esas proteínas CAHS son las responsables de proteger a sus células contra la deshidratación.
Las proteínas CAHS pueden detectar cuando la célula que las encapsula se deshidrata, y es entonces cuando entran en acción. Las proteínas CAHS forman filamentos similares a un gel cuando se secan. Estos forman redes que sostienen la forma de la célula a medida que esta pierde su agua. El proceso es reversible, por lo que, a medida que las células de los tardígrados se rehidratan, los filamentos retroceden a un ritmo que no causa un estrés excesivo en la célula.
Un tardígrado. (Foto: © 2022 S Tanaka, H Sagara, T Kunieda)
Un hallazgo llamativo es que estas proteínas han mostrado el mismo tipo de acción incluso cuando han sido aisladas de las células de los tardígrados.
En experimentos, estas proteínas CAHS han funcionado en células de insectos. En células humanas, también, aunque mucho más limitadamente.
El estudio se titula “Stress-dependent cell stiffening by tardigrade tolerance proteins that reversibly form a filamentous network and gel”. Y se ha publicado en la revista académica PLoS Biology. (Fuente: NCYT de Amazings)