Astrobiología
Continentes, mares y playas: más abundantes de lo creído alrededor de estrellas enanas rojas
La "zona habitable" en torno a una estrella se define como el rango de órbitas alrededor de esa estrella en el que la temperatura es la adecuada para que un planeta que esté allí tenga agua líquida en su superficie. Esto no significa necesariamente que haya vida ni tan siquiera agua en el planeta. De hecho, es previsible que la mayoría de los exoplanetas (planetas de fuera de nuestro sistema solar) en la zona habitable alrededor de su estrella, no posean vida.
Por otra parte, una correcta combinación de tierra firme y mar es vital para la vida tal como la entendemos, aunque solo viva en el mar. En la Tierra, tanto los océanos como los continentes desempeñan papeles vitales en el ciclo geoquímico del carbono, que ayuda a mantener un clima templado en el que puede existir agua líquida y vida. Así que para buscar los planetas con las mayores probabilidades de vida de entre todos los situados en la zona habitable en torno a su estrella, lo que necesitamos es que en ellos coexistan la tierra firme y el mar.
Las conclusiones de investigaciones anteriores indicaban que tales planetas aptos para la existencia de playas y debían ser sumamente escasos, incluso en las zonas habitables alrededor de las estrellas del tipo más común (es decir, las enanas rojas). Parecía una consecuencia lógica del hecho de que en los discos protoplanetarios (donde se forman los planetas), el contenido de agua en los materiales rocosos presentes en la zona del disco más cercana a su estrella es muy distinto del que hay en los materiales rocosos presentes en la zona del disco más alejada de su estrella. Se ha argumentado que esta diferencia daría lugar a planetas demasiado escasos en agua y a otros con muchísima pero en los cuales la evolución geoquímica no favorecería al surgimiento de vida.
Pero las nuevas simulaciones numéricas realizadas por Tadahiro Kimura, de la Universidad de Tokio (Japón), y Masahiro Ikoma, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, ofrecen una visión más clara de las consecuencias del reparto de agua, y también más optimista en cuanto a las probabilidades de aparición de vida.
La formación de un planeta es un proceso caliente. Al tener en cuenta el agua liberada en forma de vapor por las interacciones que debe tener la superficie aún fundida de un planeta joven de tipo terrestre y su atmósfera primordial, el equipo descubrió que el contenido final de agua en la superficie puede variar mucho, y que siempre habrá un porcentaje significativo de planetas, con tamaño similar al de la Tierra y situados en las zonas habitables alrededor de sus estrellas, que deberían tener cantidades adecuadas de agua para conservar un clima templado.
Recreación artística de la superficie fundida de un planeta joven reaccionando con su atmósfera de tal modo que se forma vapor de agua. (Ilustración: Tadahiro Kimura)
Se trata de un porcentaje lo suficientemente alto como para que las misiones de búsqueda de exoplanetas actuales y futuras, como TESS y PLATO, tengan muchas probabilidades de encontrar múltiples ejemplos de exoplanetas verdaderamente similares a la Tierra, o sea con playas, antes de que termine esta década.
El estudio se titula “Predicted diversity in water content of terrestrial exoplanets orbiting M dwarfs”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Astronomy. (Fuente: NCYT de Amazings)