Domingo, 14 de Diciembre de 2025

Actualizada Viernes, 12 de Diciembre de 2025 a las 14:07:09 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Redacción
Miércoles, 05 de Octubre de 2022
Neurología

Las neuronas de los buenos recuerdos y las de los malos

Unos científicos han constatado que es posible potenciar artificialmente los recuerdos de cosas buenas para debilitar los de cosas malas.

 

La memoria humana es más como una libreta de dibujos y anotaciones que como una videocámara. Esta naturaleza maleable de la memoria es a la vez una bendición y una maldición: es malo que recordemos detalles falsos, pero es bueno que nuestro cerebro tenga la capacidad natural de moldear los recuerdos para hacerlos menos potentes, especialmente si son de algo aterrador o traumático.

 

¿Sería posible utilizar la naturaleza maleable de nuestros recuerdos en nuestro beneficio, como una forma de curar trastornos de salud mental como la depresión y el trastorno por estrés postraumático? Eso es exactamente en lo que está trabajando un equipo integrado, entre otros, por Steve Ramirez y a Monika Shpokayte, ambos de la Universidad de Boston, así como Stephanie Grella, de la Universidad Loyola en Chicago, en Estados Unidos ambas instituciones.

 

Después de dedicar mucho tiempo a estudiar la memoria de los ratones, han descubierto no solo dónde almacena el cerebro los recuerdos positivos y los negativos, sino también cómo “bajar el volumen” de los recuerdos negativos para que los percibamos menos: “subiendo el volumen” de otros más felices, también artificialmente.

 

Uno de los pasos más importantes hacia el uso de la memoria para tratar los trastornos relacionados con ella es averiguar dónde exactamente se almacenan los recuerdos positivos y los negativos en el cerebro, y cómo distinguir entre ambos tipos de recuerdos.

 

Los recuerdos se almacenan en todas las áreas del cerebro, y los propios recuerdos individuales existen como redes de células llamadas engramas. El laboratorio de Ramírez está especialmente interesado en las redes de recuerdos situadas en el hipocampo del cerebro, una estructura con forma de anacardo, que almacena información sensorial y emocional importante para forjar recuerdos y rememorarlos.

 

Ramírez, Shpokayte y sus colegas se han centrado en las diferencias fundamentales de tipo molecular y genético entre los recuerdos positivos y los negativos, descubriendo que ambos tipos son en realidad sorprendentemente distintos en múltiples aspectos. Resulta que los recuerdos con fuerte carga emocional, como suelen serlo los de sucesos felices y los de sucesos trágicos o aterradores, cuentan con arquitecturas de estructura físicamente distintas que las conformadas por otros tipos de células cerebrales, y además los buenos se almacenan en estructuras distintas de las que sirven para almacenar los malos.

 

Los autores del estudio descubrieron que las células cerebrales usadas para recuerdos negativos son diferentes en casi todos los aspectos de las empleadas para recuerdos positivos: se almacenan mayormente en sectores diferentes dentro del hipocampo, se comunican con otras células utilizando tipos diferentes de vías e incluso su maquinaria molecular parece ser distinta.

 

Por tanto, existe potencialmente una base molecular para diferenciar entre un recuerdo positivo y otro negativo en el cerebro, tal como argumenta Ramírez.

 

Identificar si un recuerdo es positivo o negativo, haciendo que se etiquete automáticamente de un modo reconocible, solo es posible con el uso de una técnica avanzada llamada optogenética. Se trata de una forma de engañar a los receptores de las células cerebrales para que reaccionen a la luz: los investigadores hacen brillar una luz láser inofensiva en el cerebro para activar las células a las que se ha dotado de un receptor que responde a la luz. También es posible que se etiqueten por colores los recuerdos positivos y los negativos, insertando para ello una proteína fluorescente que es estimulada por la luz, de modo que las redes celulares de los recuerdos positivos brillen en verde, por ejemplo, y las de los recuerdos negativos en rojo.

 

Antes de etiquetar un recuerdo en un ratón, los investigadores tienen que hacer que se forme. Para ello, exponen a los roedores a una experiencia universalmente buena o desagradable. Una vez que se forma un nuevo recuerdo, los científicos pueden encontrar la red de células que guarda el recuerdo de esa experiencia y hacer que brille con un determinado color.

 

Una vez que pueden ver el engrama de un recuerdo específico, los investigadores pueden utilizar luz láser para activar artificialmente esas células de la memoria y, como también ha descubierto el equipo de Ramírez, debilitar los recuerdos negativos. Concretamente, la activación artificial del recuerdo de una experiencia positiva acabó debilitando permanentemente el de una experiencia negativa, reduciendo la intensidad emocional del recuerdo negativo.

 

[Img #67126]

En esta imagen, las células rojas almacenan el recuerdo de una experiencia atemorizante. Tras activar artificialmente otro recuerdo más agradable, algunas de esas células rojas se convirtieron en las azules, que almacenan una versión de ese recuerdo atemorizante que es menos potente. Esto demuestra que el recuerdo original ha sido alterado por la técnica de manipulación de la memoria. (Foto: Stephanie Grella)

 

El estudio se titula “Hippocampal cells segregate positive and negative engrams”. Y se ha publicado en la revista académica Communications Biology. (Fuente: NCYT de Amazings)

 

 

Copyright © 1996-2022 Amazings® / NCYT® | (Noticiasdelaciencia.com / Amazings.com). Todos los derechos reservados.

Depósito Legal B-47398-2009, ISSN 2013-6714 - Amazings y NCYT son marcas registradas. Noticiasdelaciencia.com y Amazings.com son las webs oficiales de Amazings.

Todos los textos y gráficos son propiedad de sus autores. La reproducción está permitida solo si se incluye el crédito de la fuente (NCYT Amazings) y un enlace dofollow hacia la noticia original.

Excepto cuando se indique lo contrario, la traducción, la adaptación y la elaboración de texto adicional de este artículo han sido realizadas por el equipo de Amazings® / NCYT®.

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.