Energía
¿Para qué se usa la electricidad industrial?
Las instalaciones eléctricas industriales son fundamentales a la hora de que las empresas puedan trabajar, ya que la inmensa mayoría de la energía que emplean las compañías españolas es eléctrica.
Una buena instalación es altamente importante, pues de ella dependerá que las máquinas no se paren y los servicios industriales sigan en marcha.
Se emplea para mover motores y todo tipo de máquinas
Todos los mecanismos de las fábricas se mueven gracias a la electricidad, a cantidades ingentes de ella, pues como podemos imaginar, una embotelladora que llena cientos de botellas por minuto no consume 1 kW a la hora.
Los motores y cualquier tipo de automatismo que se nos ocurra son posibles gracias a la energía eléctrica y a la participación de especialistas como Montega, con amplia experiencia en proyectos de electricidad industrial, la cual ahora puede provenir de la red o incluso de placas solares, puesto que muchas empresas han llenado sus tejados de paneles fotovoltaicos.
Recarga de toros y carretillas
Décadas antes de que se hablase del vehículo eléctrico en los almacenes ya se estaban empleando los toros o las carretillas elevadoras impulsadas por electricidad.
Por normativa, y sentido común, dentro de un lugar cerrado no puede funcionar un motor de combustión, así que se emplean máquinas 100 % eléctricas con unas baterías enormes que duran varios turnos.
A la hora de recargarlas hay que hacerlo con electricidad industrial, pues con un enchufe doméstico tardarían días debido a la capacidad de su batería.
Alumbrado público
El alumbrado público también suele ir con electricidad industrial, aunque es cierto que ahora no requieren de tanta potencia, ya que los LED han hecho que las necesidades de energía hayan bajado de forma drástica.
De todas maneras, la suma de puntos de luz que hay en cualquier pueblo o ciudad hace que se tenga que recurrir a esta electricidad para que todas las farolas funcionen.
Recarga de coches eléctricos
Es en estos momentos cuando muchas personas se han dado cuenta de lo que es la electricidad industrial y de lo distinta que es de la doméstica, algo que comprueban cuando enchufan el vehículo eléctrico con el fin de obtener más autonomía.
En el enchufe de casa, y tras ocho horas, es posible que la autonomía apenas haya aumentado 50 km (esto depende del tamaño de la batería, de la potencia contratada en casa e incluso de tipo de cable empleado), mientras que en los cargadores con electricidad industrial la carga es muy rápida.
De hecho, ya hay puestos que ofrecen hasta 250 kW de potencia, lo cual es una barbaridad si los comparamos con los tres o cuatro que nos suele dar un enchufe doméstico, eso en las mejores condiciones y si se ha puesto uno de calidad que no se queme.
Aquí es donde más se notan las diferencias, ya que, aunque la electricidad doméstica y la industrial se parecen poco, quizá en lo que más se distinguen es en las potencias que se emplean en una y en otra, ya que la de las viviendas no supera los 10 kW.