Geología y climatología
Sedimentos capaces de almacenar carbono orgánico durante cientos de miles de años
Las plantas terrestres utilizan el dióxido de carbono (CO2) atmosférico y lo transforman en carbono orgánico para su crecimiento. Una vez las plantas y los seres vivos que las consumen mueren, la mayor parte del carbono orgánico es devuelto a la atmósfera, pero una pequeña parte es transportada por ríos hasta el océano, donde se acumula en sedimentos marinos. El entierro y almacenamiento de este carbono orgánico de origen continental en sedimentos marinos puede reducir los niveles de dióxido de carbono atmosférico de la Tierra y, por tanto, regular su ciclo climático, durante periodos de tiempos de escala geológica, intervalos de tiempos generalmente de más de cien mil años.
El lugar de acumulación más grande de carbono orgánico en los océanos actuales se encuentra en las zonas deltaicas, algunas de las cuales están compuestas por grandes acumulaciones de sedimento. El análisis de sedimentos deltaicos modernos, no obstante, solo proporciona información de un instante de corta duración, en términos geológicos, de las características temporales y espaciales de estos ambientes sedimentarios complejos, hecho que complica el cálculo de su eficiencia para enterrar carbono orgánico a largo plazo.
En un nuevo estudio, con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), se ha logrado determinar el volumen de carbono orgánico almacenado en una sucesión sedimentaria deltaica acumulada en el Cretáceo Superior, hace 75 millones de años, en la cuenca de Magallanes, en el sur de Chile. Para calcular las tasas de enterramiento de carbono a escala geológica los investigadores han reconstruido las dimensiones del delta y cuantificado el contenido orgánico de las muestras de roca, combinando esta información con la datación de las rocas, hecha por ellos mismos en trabajos previos.
Los resultados muestran que hasta casi 100 megatoneladas de carbono orgánico de origen continental se almacenaron en estos sedimentos durante un periodo de tiempo aproximadamente de entre cien mil y novecientos mil años, a una tasa de enterramiento anual de 2-16 toneladas por km²/año. Estos valores tienen un orden de magnitud similar a las tasas de enterramiento de carbono orgánico en deltas modernos, como por ejemplo el del río Amazonas.
![[Img #67269]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/10_2022/7993_sedimentos-capaces-de-almacenar-carbono.jpg)
Imagen por satélite de la desembocadura del río Amazonas, en Brasil. De entre todos los grandes deltas fluviales de nuestro planeta, el del río Amazonas es el que aporta la mayor cantidad de carbono orgánico de origen continental al mar. Pero hasta ahora no se sabía la eficiencia de los sedimentos deltaicos para almacenar carbono orgánico a largo plazo. (Imagen de dominio público, obtenida a partir del software World Wind de la NASA.)
“En este estudio demostramos que las zonas deltaicas han sido, son y probablemente serán grandes almacenes naturales de carbono orgánico continental de nuestro planeta y, por tanto, importantes reguladores climáticos a lo largo de periodos de tiempos geológicos”, señala Miquel Poyatos. “Los gobiernos e instituciones de países con deltas en su territorio tienen la necesidad de protegerlos, mantenerlos y restaurarlos, especialmente en el contexto actual de cambio climático, aumento del nivel del mar y pérdida de sedimento debido a los embalses”, concluye el investigador de la UAB.
El estudio se titula «High rates of organic carbon burial in submarine deltas maintained on geological timescales». Y se ha publicado en la revista académica Nature Geoscience. (Fuente: UAB. CC BY-NC 4.0)



