Computación
Simulaciones digitales de explosiones nucleares
Para muchas cosas resulta más práctico recurrir a una simulación por ordenador que efectuar una prueba real, pero en el caso de las pruebas de armamento nuclear es evidente que las ventajas son tremendamente mayores, al evitar la contaminación radiactiva asociada a tales pruebas, así como otros efectos negativos.
Los tratados internacionales que prohíben las explosiones nucleares de prueba han sido de ayuda para promover esa vía de las simulaciones.
En el caso de Estados Unidos, nación que hizo infinidad de pruebas nucleares, se ha alcanzado recientemente un nivel de sofisticación sin precedentes en las simulaciones digitales de tales pruebas, hasta el punto de lograr detalles a escala molecular.
Las simulaciones deben ser ejecutadas en supercomputadoras equipadas con miles de procesadores, y eso acarreó muchas veces trabajar al límite de la capacidad de computación científicamente posible, y tener que lidiar con problemas de precisión y de fiabilidad, tal como señala Saurabh Bagchi, de la Universidad Purdue en West Lafayette, Indiana.
Un equipo integrado por expertos de esta universidad, la Agencia Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) y el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, las tres instituciones en Estados Unidos, ha resuelto algunos problemas que entorpecían el uso de simulaciones de precisión muy elevada.
De entre todos los problemas, el más inquietante era el de los errores que corrompen datos sin que haya señales que alerten de ello.
Este problema ha sido solucionado, gracias a un sistema automático que detecta cualquier problema técnico muy poco después de que se produzca.
Por tanto, la fiabilidad de las simulaciones ha alcanzado ahora un nivel óptimo, y ya no hay razón para recurrir a las pruebas nucleares reales.
En el trabajo de investigación y desarrollo, donde se han tratado ese y otros problemas, han participado Bronis R. de Supinski, Ignacio Laguna, Todd Gamblin, Tanzima Zerin y Rudolf Eigenmann, entre otros.