Neuropsicología
¿Influyen realmente los disgustos en el riesgo de sufrir un derrame cerebral?
¿Hasta qué punto la expresión popular “matar a disgustos” refleja una situación real?
El equipo de Catriona Reddin, de la Universidad de Galway en Irlanda, se propuso averiguarlo. Ella y sus colegas analizaron los niveles de estrés de más de 26.000 personas de Europa, Asia, América del Norte y del Sur, Oriente Medio y África.
La investigación descubrió que el aumento del estrés en el hogar, el del estrés en el trabajo y los acontecimientos vitales estresantes recientes, como por ejemplo divorciarse o sufrir un conflicto igualmente importante dentro de la familia, se asociaban con un mayor riesgo de ictus isquémico (un ictus debido a un coágulo) y de ictus hemorrágico (un ictus debido a una hemorragia dentro del tejido cerebral).
La investigación descubrió que la aparición de cualquier acontecimiento vital estresante aumentaba el riesgo de ictus en un 17%, y que la aparición de dos o más acontecimientos vitales estresantes aumentaba el riesgo de ictus en un 31%.
Las personas que declararon estrés laboral grave tenían más del doble de probabilidades de sufrir un ictus isquémico y más de cinco veces más de sufrir un ictus hemorrágico que las que no declararon estrés laboral.
Catriona Reddin. (Foto: Aengus McMahon)
El aumento del riesgo fue menor en las personas que declararon sentirse con mejor control de la situación.
El estudio se titula “Association of Psychosocial Stress With Risk of Acute Stroke”. Y se ha publicado en la revista académica JAMA. (Fuente: NCYT de Amazings)