Ingeniería naval
Ni barco ni submarino: las ventajas de navegar ni encima ni bajo el agua
Un curioso vehículo acuático aprovecha las ventajas de un barco y las de un submarino sin pertenecer a ninguna de esas dos categorías.
Este vehículo, sin tripulación, desarrollado en la Universidad del Estado de Washington, en Estados Unidos, puede demostrar que la mejor manera de viajar por el agua sin ser detectado y de forma energéticamente eficiente no es sobre ella ni bajo ella, sino por el medio.
El prototipo de aproximadamente medio metro de largo, construido con piezas fáciles de encontrar en el mercado y con otras impresas en 3D, demostró su navegabilidad en pruebas acuáticas, moviéndose rápidamente con poca resistencia y sin llamar la atención.
Este tipo de embarcación no es nuevo. Se sabe que en años recientes se han empleado para actividades ilegales vehículos que navegan semihundidos. Pero la línea de investigación y desarrollo emprendida en la Universidad del Estado de Washington tiene como meta demostrar cómo embarcaciones de este tipo, definibles como semisubmarinos y desarrolladas por ingenieros pueden servir eficientemente para fines legales, en el área de la investigación científica, en la militar e incluso en la comercial.
Un semisubmarino es relativamente barato de construir, difícil de detectar y puede navegar a grandes distancias, tal como destaca Konstantin Matveev, del equipo de investigación y desarrollo. No es tan susceptible a las olas en comparación con los barcos, ya que la mayor parte del cuerpo está bajo el agua, por lo que también presenta algunas ventajas económicas.
Dado que el semisubmarino navega principalmente en la línea de flotación, no necesita estar fabricado con materiales tan resistentes como los de un submarino, que tiene que soportar la presión de estar bajo el agua durante largos periodos de tiempo. El semisubmarino también tiene la ventaja de contar con una pequeña zona en contacto con la atmósfera, lo que facilita la recepción y transmisión de datos.
Un prototipo del semisubmarino desarrollado en la Universidad del Estado de Washington. (Foto: Washington State University)
Para este estudio, Matveev y Pascal Spino probaron el semisubmarino en la bahía de Wawawai del río Snake, en el estado de Washington. Pusieron a prueba su estabilidad y su maniobrabilidad. El semisubmarino alcanzó una velocidad máxima de 1,5 metros por segundo. A mayor velocidad, se eleva sobre el agua creando una estela más evidente y gastando más energía. A menor velocidad, se sumerge casi por completo.
Los investigadores también equiparon el semisubmarino con un sonar y cartografiaron el fondo de un embalse cercano a Pullman (Washington) para comprobar su capacidad de recoger y transmitir datos.
Matveev y Spino exponen los detalles técnicos sus últimos avances y de los resultados de sus últimos experimentos en la revista académica Unmanned Systems, bajo el título “Development and testing of unmanned semi-submersible vehicle”.
Por ahora, el laboratorio de Matveev sigue trabajando en la optimización de la forma de los prototipos de semisubmarinos para adaptarlos a fines específicos. (Fuente: NCYT de Amazings)