Arqueología y antropología
Grado de parentesco y matrimonio en la Edad del Bronce egea
Mediante el análisis de material genético de huesos humanos de la Edad del Bronce, unos científicos han descubierto una tendencia sorprendente en las uniones de hombres con mujeres en la Grecia de hace unos 3.600 años.
El equipo internacional de Eirini Skourtanioti, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, analizó más de 100 genomas de personas de la Edad de Bronce egea.
Gracias a los recientes avances metodológicos en la obtención y evaluación de conjuntos de datos genéticos antiguos, ahora ya es posible extraer datos extensos incluso en regiones del mundo con una conservación problemática del ADN debido a las condiciones climáticas, como Grecia. En el caso de las ruinas de una vivienda o conjunto de viviendas, del siglo XVI a.C., ha sido posible incluso reconstruir el parentesco de los habitantes de la edificación. Se trata del primer árbol genealógico de habitantes de la antigua región mediterránea que se ha confeccionado por vía genética.
Al parecer, algunos de los hijos seguían viviendo en el hogar de sus padres en la edad adulta. Y tuvieron descendencia, aunque parte de ella falleció en la infancia, siendo enterrada en una tumba bajo el patio de la finca. Una de las esposas que se casó con uno de los hombres de la casa incorporó a su hermana a la familia, ya que su hijo también fue enterrado en la misma tumba.
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Recreación artística de una familia de la Edad del Bronce trabajando en la cosecha. (Imagen: © Nikola Nevenov)
Sin embargo, el hallazgo más llamativo ha sido el de que, aparentemente, era costumbre casarse entre primos hermanos. En Creta y las demás islas griegas, era muy común esta costumbre en aquella época. "Ya se han publicado más de mil genomas antiguos de distintas regiones del mundo, pero parece que un sistema tan estricto de matrimonio entre parientes no existía en ningún otro lugar del mundo antiguo", destaca Skourtanioti. "Esto fue una completa sorpresa para todos nosotros y plantea muchas preguntas".
El equipo de investigación solo puede especular sobre el motivo de esta particular regla matrimonial. "¿Quizá era una forma de evitar que las tierras de labranza heredadas se dividieran cada vez más? En cualquier caso, garantizaba una cierta continuidad de la familia en un mismo lugar, lo cual es un requisito importante para el cultivo del olivo y el vino, por ejemplo", especula Philipp Stockhammer, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y coautor del estudio. "Lo que es seguro es que el análisis de genomas antiguos seguirá proporcionándonos en el futuro nuevas y fantásticas perspectivas sobre las antiguas estructuras familiares", añade Skourtanioti.
El estudio se titula “Ancient DNA reveals admixture history and endogamy in the prehistoric Aegean”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Ecology & Evolution. (Fuente: NCYT de Amazings)



