Astrogeología
Lo que esta mota de polvo revela de la naturaleza de muchos asteroides
Unos científicos han estudiado tres diminutas partículas de polvo recogidas de la superficie del asteroide Itokawa y transportadas a la Tierra junto con otras muestras por la sonda espacial Hayabusa 1 de la JAXA (agencia espacial japonesa).
La investigación llevada a cabo por el equipo internacional de Fred Jourdan, de la Universidad Curtin en Australia, se ha centrado en la durabilidad y edad de ese asteroide, un montón de escombros pétreos y polvo cohesionados de 500 metros de longitud, y ha revelado hallazgos significativos que podrían contribuir a salvar el planeta si alguna vez un asteroide como ese se precipitara hacia la Tierra.
Los resultados del estudio muestran que Itokawa es resistente a colisiones y más difícil de destruir que los asteroides rocosos monolíticos (de una sola pieza).
El equipo también descubrió que Itokawa es casi tan antiguo como el propio sistema solar.
A diferencia de los asteroides monolíticos, Itokawa no es un único trozo de roca, sino que pertenece a la clase de los asteroides coloquialmente descritos como “montones de escombros”, lo que significa que está formado en su totalidad por rocas y piedras agrupadas, y que casi la mitad de su volumen es espacio vacío.
Un grano de polvo del asteroide Itokawa. La barra de escala indica su tamaño. (Foto: Celia Mayers / Curtin University)
Se calcula que los asteroides monolíticos del tamaño de Itokawa solo sobreviven en esa forma durante varios cientos de miles de años en el cinturón de asteroides.
El enorme impacto que destruyó el asteroide monolítico que dio origen a Itokawa se produjo hace al menos 4.200 millones de años. O sea que Itokawa ha perdurado desde entonces.
Todo apunta a que este tiempo de supervivencia tan asombrosamente largo para un asteroide del tamaño de Itokawa se debe a la naturaleza amortiguadora del material de la pila de escombros.
Dicho de modo simple, Itokawa es como un gigantesco cojín espacial, y debido a ello muy difícil de destruir, como lo es un cojín cuando recibe golpes que sí pueden romper a objetos de otro tipo.
Habiendo descubierto que los asteroides del tipo “montón de escombros” pueden sobrevivir en el sistema solar durante casi toda su historia, resulta ahora claro que deben ser más abundantes en el cinturón de asteroides de lo que se pensaba, por lo que hay más posibilidades de que si un asteroide se precipita hacia la Tierra, sea uno de estos montones de escombros. Disponiendo de esta información estratégica, habrá mejores oportunidades de escoger el modo idóneo de desviar de su rumbo hacia la Tierra a un asteroide de esa clase.
El estudio se titula “Rubble Pile Asteroids are Forever”. Y se ha publicado en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). (Fuente: NCYT de Amazings)