Salud
¿Cómo reducir el riesgo de caídas de gente anciana en su domicilio?
Casi un tercio de las personas de más de 65 años se caen cada año. Tales caídas pueden causar lesiones graves o incluso la muerte. La mayoría de las caídas se producen en el hogar.
Unos científicos han realizado una revisión de resultados de estudios con el objetivo de averiguar cuáles son las medidas de seguridad más aconsejables para reducir el riesgo de caídas de las personas ancianas en sus domicilios.
La investigación es obra del equipo de Lindy Clemson, profesora emérita de la Universidad de Sídney en Australia.
La profesora Clemson y sus compañeros analizaron los resultados de 22 estudios que incluyeron datos sobre 8463 personas mayores.
Evitar el desorden (que fomenta el riesgo de que la persona tropiece con algo), dotar de barandilla a las escaleras que no la tengan y asegurar una buena iluminación en todas las partes de la vivienda, pueden en conjunto reducir el riesgo de caídas de la gente anciana en su hogar en aproximadamente una cuarta parte, según las conclusiones a las que se ha llegado en la citada revisión de resultados.
Concretamente, Clemson y sus colegas descubrieron que tomar dichas medidas para reducir los peligros de caídas en el domicilio disminuye la tasa global de caídas en un 26%. Esta intervención suele incluir una evaluación de los peligros de tropiezo que hay en el domicilio y su entorno, así como recomendaciones para reducir el riesgo, por ejemplo, ordenando el espacio y añadiendo barandillas y bandas antideslizantes a los escalones. Estas medidas producen un mayor efecto (un 38% menos de caídas) en las personas con mayor riesgo de sufrirlas. Según sus análisis, los autores de la revisión observaron que, si 1000 personas que anteriormente habían sufrido una caída siguieran estas medidas durante aproximadamente un año, el número total de caídas se reduciría de 1847 a 1145.
![[Img #68098]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/03_2023/8059_como-reducir-el-riesgo-de-caidas.jpg)
Una escalera. (Foto: NPS)
La profesora Clemson añade: «Haber sufrido una caída o empezar a necesitar ayuda para realizar las actividades cotidianas son indicadores de factores de riesgo subyacentes, como inestabilidad en los pies, deterioro del sentido de la realidad o debilidad muscular. Estos factores de riesgo les dificulta el desenvolverse en el entorno y aumentan el riesgo de tropezar o resbalar en algunas situaciones».
«La investigación muestra que, para las personas con riesgo de caídas, ser conscientes de los peligros de caídas que existen en el domicilio y su entorno, eliminar dichos peligros y adaptarse con conductas seguras puede reducir significativamente el riesgo de caídas. Parece que las intervenciones para reducir el riesgo de caídas en el hogar precisan de ciertos elementos de evaluación y apoyo para funcionar, y no simplemente una breve lista de cosas que haya que ir tachando. Así pues, aunque todo el mundo puede ordenar más su entorno doméstico y debe hacer ejercicio para mantener el equilibrio y la fuerza de las extremidades inferiores, el apoyo profesional de un terapeuta ocupacional supone una intervención importante para muchas personas que viven en casa», continúa.
«Animamos a todas las personas, a medida que envejecen, a reducir el peligro de caídas. A menudo se trata de cosas sencillas, como quitar o cambiar las alfombrillas que resbalan, mejorar la iluminación de las escaleras u ordenar la casa. Parece que esto no siempre es de sentido común. La gente tiende a no fijarse en el desorden de su propio domicilio o a no darse cuenta de que subir escaleras como siempre han hecho supone un posible riesgo de caer, sobre todo si su movilidad o equilibrio ya no son los de antes», añade.
Aunque la revisión mostró un menor número de caídas con la reducción de los peligros, no hubo suficientes datos para determinar si supuso menos ingresos hospitalarios por una caída.
Por otra parte, Clemson y sus colegas no encontraron pruebas convincentes de otras medidas para reducir las caídas, como asegurarse de que las personas mayores tengan las gafas bien graduadas o que lleven calzado especial.
Clemson concluye: «Prevenir las caídas es una forma muy importante de ayudar a las personas a mantenerse sanas e independientes a medida que envejecen, y nuestra revisión también pone de relieve la necesidad de seguir investigando en este campo».
La revisión se titula “Environmental interventions for preventing falls in older people living in the community”. Y se ha publicado en la revista y base de datos académica Cochrane Database of Systematic Reviews. (Fuente: Cochrane)


