Educación
Una alumna de la Universidad VIU se adentra en la Red Suratómica que inició en el CERN
“Nos une tu propósito”, es uno de los lemas de la Universidad VIU y, por eso, la Universidad Internacional de Valencia celebra cada logro profesional que consiguen sus estudiantes. En este caso, Yorley Ruiz, alumna del Máster en Comunicación Social de la Investigación Científica, publica un artículo sobre un proyecto de arte y ciencia de gran interés que inició en 2019 con una residencia artística en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).
Esta estudiante colombiana está aplicando todo lo que ha ido aprendiendo en la Universidad online VIU en un podcast de temática científica de gran éxito. ‘Ebullición’ es un espacio en el que investigadores, pensadores, estudiantes y artistas hablan del proceso que hay detrás de sus descubrimientos, avances y obras que nos ayudan a comprender mejor el mundo en el que vivimos.
Con ese mismo espíritu, Yorley Ruiz publicó ‘La ciencia y el arte, del norte y sur global, mutan al encontrarse en la Red Suratómica’, un reportaje sobre una red de artistas y científicos que comparten conocimientos de ámbitos que, a priori, parecen encontrarse a años luz.
El máster de la Universidad VIU que cursa esta alumna colombiana ha sido de gran ayuda en sus publicaciones, ya que el enfoque innovador del mismo le permitió aprender a comunicar de forma clara, atractiva y efectiva. Aprendió herramientas para divulgar ciencia y hacerla comprensible y, las cuales ha aplicado en artículos periodísticos de gran calado. Resulta muy interesante la lectura del reportaje:
La ciencia y el arte, del norte y sur global, mutan al encontrarse en la Red Suratómica
Una residencia artística de colombianos en el CERN fue el detonante para que otros creativos y científicos de diferentes partes del mundo encontraran un espacio de reflexión y creación, en el que las fronteras geográficas se diluyen para dar paso a nuevas formas de conocer, investigar y narrar el mundo.
Por: Yorley Ruiz M.
Lo que inició como una residencia artística para ocho creativos colombianos en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) -ubicada en zona fronteriza entre Suiza y Francia, lugar en el que se han producido éxitos científicos como el descubrimiento del Bosón de Higgs, más conocida como la ‘partícula de Dios’-, se ha venido consolidando, en los últimos tres años, como una red de artistas y científicos de diferentes partes del mundo que colaboran entre sí, de forma descentralizada, guiados por ciclos temáticos y encuentros de reflexión que les han permitido diluir las fronteras geográficas para construir nuevas narrativas y formas alternativas de encuentro de saberes, más allá de las universidades.
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Artistas participantes en la Residencia Suratómica frente al experimento ALICE. Foto Michael Hoch. (2019).
El CERN de puertas abiertas
Esta oportunidad se abrió gracias a que en uno de los recorridos guiados para estudiantes de Arte que acompañaba en el CERN, Daniela Brill Estrada, como parte del trueque que había hecho con la institución por hacer su tesis de maestría en colaboración con algunos de los científicos que investigan en este gigantesco experimento, esta artista plástica colombiana, que lleva viviendo en Viena, Austria, desde hace 12 años, pensó en que podía hacer lo mismo con artistas de Colombia.
“Le propuse a científicos del CERN que hiciéramos eso, pero con estudiantes de arte o con artistas independientes colombianos y me dijeron que sí, entonces nos abrieron las puertas y yo busqué a Natalia Rivera, artista de nuevos medios, y Juan Diego Rivera (Caos Ludd), creativo en artes audiovisuales experimentales, que son los creadores de Mutante. Me gustaba la idea de hacer este trabajo con una red independiente, como con un laboratorio independiente que no tuviera nada que ver con academias ni con instituciones universitarias. Además, fue la primera vez que contacté a toda la red de científicos de Latinoamérica, principalmente colombianos, que había en el CERN”, relata Brill.
Los preparativos para este viaje iniciaron en abril de 2019. Cada artista, además de crear la propuesta de su obra, debía también gestionar recursos para irse, según cada caso. Hacia septiembre de ese año arribaron al CERN y allí visitaron los cuatro grandes experimentos donde están los grandes detectores de partículas. Cada visita contaba con la guía de un científico o científica de cualquier parte del mundo. Además de estos recorridos, los creativos habían preparado una agenda en la que cada día tenían actividades diferentes, lo que les permitió tener contacto con científicos y artistas de toda Latinoamérica, que también estaban colaborando allí. Fue así como a su alrededor se formó una especie de espiral que hasta hoy no ha parado de crecer.
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Red Suratomica_Reverberations of a Topological Daydream. Por Santiago Tavera en Abraham Mercado (2018).
El CERN, que forma parte de la llamada Big Science, con un alcance transnacional al albergar 21 estados miembros, otros 28 que no lo son, pero de los cuales 220 de sus institutos y universidades participan en diferentes proyectos utilizando sus instalaciones; hay un interés en fomentar programas interdisciplinarios de participación, en este caso entre arte y ciencia. Con este propósito es que el científico austriaco Michael Hoch, doctor en Física de Partículas, quien además de trabajar y residir en el CERN desde hace 28 años, también es artista y trabaja principalmente con collages fotográficos, técnicas de serigrafía y talla de madera, fue el creador del programa art@CMS y de ORIGIN (2017). A él fue a quien Brill le hizo la propuesta de hacer esta residencia, a la que él no dudó en darle una respuesta positiva.
“Participé en el diseño, construcción y operación de grandes experimentos científicos en el CERN, ALICE y CMS. En los últimos 12 años, mi enfoque cambió hacia el compromiso y la creación de redes interdisciplinarias globales de ciencia y arte, con especial énfasis en la educación para la próxima generación. He gestionado y organizado numerosas colaboraciones en arte y ciencia de diferentes niveles, desde artistas/científicos individuales hasta varias universidades de arte europeas. Daniela Brill era en ese momento estudiante de maestría de la Clase de Ciencia y Arte, que participó en uno de esos cursos/colaboraciones. Al culminarlo, ella y otros participantes utilizaron la red creada, y en ese momento me preguntó si podíamos organizar un curso similar o una visita al CERN con grupos e instituciones de artistas colombianos”, destaca el científico y artista Hoch.
Un detonante para el encuentro
Luego de esta enriquecedora experiencia, Daniela, Natalia y Juan Diego decidieron dar un paso más y fue el de convertir a Suratómica en una red. Es así como este equipo organizador impulsó un constante contacto con creativos de otras partes del mundo, que desde esas propuestas de creación motivaron a otros, que estaban haciendo exploraciones similares, a encontrarse, conocerse y colaborar entre sí. Todo esto gracias a las tecnologías de comunicación digitales.
“Después de Suiza, Natalia vino a Viena y nos sentamos a hablar y nos dimos cuenta de que esto era mucho más grande que un simple programa, de ir a una institución científica, investigar e informarnos, aprender y hacer obra, sino que podía ser algo mucho más grande, y ese también era uno de nuestros grandes intereses”, detalla Brill. Esta transición tomó forma en el 2020 cuando hicieron el Primer Festival de Suratómica, que lo tenían pensado hacer presencial en Bogotá pero que, debido a la pandemia, pasó a ser virtual. “Ese formato online nos permitió llegar a muchos otros países, a muchísimas otras personas, conocer otros colectivos, conocer otras personas haciendo arte y ciencia”, continúa explicando la artista plástica, que actualmente trabaja en una universidad de Linz, Austria, como asistente de investigación en un doctorado de arte y ciencia.
Actualmente esta Red no se concibe a sí misma con unos objetivos específicos sino, según su equipo organizador, como un organismo vivo que va mutando, cuyo principal interés no está mediado por uno lucrativo, sino por la necesidad de tener un espacio en el que los artistas y científicos puedan encontrarse, compartir sus puntos de vista y socializar entre sí sus propuestas. “Entonces, para mí, la Red ha sido sobre todo un espacio que, a través de la colaboración, promueve un conocimiento ‘indisciplinar’, es decir, que sobrepasa las etiquetas de lo que es arte y ciencia, y busca poner en diálogo la mayor diversidad posible de formas de conocer y crear”, explica Rivera.
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Juan Diego Rivera en el IX Encuentro MUNDOS POSIBLES_Foto Daniel Osorio (2020).
Aunque en esta red participan artistas y científicos de diferentes países del mundo, aspira a que su ciudad núcleo sea Bogotá, Colombia, y que impulse los diálogos entre científicos y creativos de este país y de Latinoamérica, para que esas voces y enfoques del sur global o norte global muten y saquen a flote enfoques que muchas veces se quedan enclaustrados en pequeños colectivos que no siempre entran en diálogo con otros que comparten intereses parecidos.
“Aparte de tener acceso a mucha gente con trabajos e investigaciones impresionantes, para mí ha sido una especie de apoyo a la distancia. Formar parte de la Red Suratómica me ha aportado, sobre todo, vínculos y la posibilidad de ser parte de procesos y grupos que en mi país son escasos, casi que nulos. Esta idea y sensación de ser parte de colectivos con intereses similares siempre es necesaria y hasta reconfortante. Al mismo tiempo, la apertura a ideas, investigaciones y proyectos afines a las que quiero desarrollar también me aporta recordatorios para acercarme a los temas que me interesan desde posiciones críticas y disidentes de las prácticas científicas y artísticas. Además, el empuje, entusiasmo y buen trabajo de quienes coordinan la red es muy admirable y estimula a buscar y seguir creyendo en estos procesos”, explica el costarricense Luis Williams Fallas, estudiante de un Máster en Diseño Interactivo y quien, además, de forma autodidacta, explora el diseño narrativo para videojuegos y experiencias interactivas.
Así como Fallas, que se fue adentrando en esta red mediante unos grupos de investigación/creación, como el de ‘Formas extrañas de vida’, coordinado por Natalia Rivera, y el de ‘Atisbo Cuántico’, dirigido por el científico colombiano José David Ruiz, quien también investiga en el CERN, es docente en la Universidad de Antioquia e investigador en física de partículas experimental; la astrofísica Ulrike Kuchner, artista en ejercicio, curadora e investigadora interdisciplinaria, también encontró un espacio en la Red Suratómica, para traer grandes preguntas sobre el Universo al contexto social y explorarlas a través del arte y la ciencia.
“Estoy asombrada por el camino y el crecimiento de Suratómica desde sus inicios. Me inspira cómo se apega persistentemente a sus valores y ha crecido orgánicamente hasta convertirse en una forma radical de co-creación queer sin fronteras ni jerarquías. Trabajar con miembros de Suratómica y seguir su progreso aumenta mi sensibilidad a la fluidez y abre mis horizontes, que han sido formados en el contexto de mi crianza en Europa Central. Eso significa que ser parte de Suratómica me enseña a escuchar y responder a necesidades a las que estoy culturalmente menos familiarizada. Me da mucha alegría ser parte de discusiones y proyectos creativos. ¡Ojalá pudiera hablar español para participar aún más!”, comenta Kuchner, de origen austriaco, con residencia en Reino Unido, desde donde se conecta con la Red.
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Data with Empathy_Ulrike Kuchner_Serigrafía en papel biblia Offenbach_ (2018)
Un trabajo ‘indisciplinar’
El científico colombiano, Carlos Eduardo Maldonado, enfocado en el estudio de las Ciencias de la Complejidad, ha acompañado las búsquedas teóricas de la Red Suratómica, que les ha permitido pensar las ciencias y el arte desde relaciones mucho más amplias, pasando de hablar de un trabajo interdisciplinar o transdisciplinar a uno indisciplinar, donde todo se conecta entre sí y las fronteras entre conocimientos parecen diluirse. Para hablar sobre este tema, el equipo organizador de la Red convocó a participar, en grupos de creación online, durante la pandemia, a personas interesadas en explorar estos temas.
Actualmente, preparan el Segundo Festival de Suratómica, que tiene como tema central El filo del caos, cuyo nombre está basado en las propuestas del científico Maldonado. En este encuentro que se espera realizar en noviembre de este año, se adelantan convocatorias para artistas interesados en participar.
“En el filo del caos significa, literalmente, alejados, muy alejados del equilibrio. Ello, en contraste con un mundo centrado en la búsqueda de equilibrios de todo tipo (contables, financieros, comerciales, tecnológicos y otros). Es en el filo del caos donde suceden las cosas más apasionantes, pero también las más delicadas y sensibles. Existe una ciencia que se ocupa de ese espacio, ese umbral. De todos los fenómenos alejados del equilibrio el más importante desde muchos puntos de vista es la vida, los sistemas vivos. La vida tal-y-como-la-conocemos, y la vida-tal-y-como-podría-ser-posible, un amplio umbral que cubre desde los extremófilos y los protozoos hasta los seres humanos y la vida y la inteligencia artificial.
Pues bien, Suratómica convoca al segundo ciclo centrado en esa dimensión: el filo del caos. Ciencia, arte, estética, ingenierías; pero también, la existencia individual, el estado de la humanidad, la vida de la biosfera y las relaciones con el universo entero emergen en dicho umbral. El vértigo nos cobija y podemos confiar en esta sensación y abocarnos al estudio y a la creatividad lejos del equilibrio. Lo que resulta es sorprendente: ganamos en grados de libertad, en posibilidades y en indeterminación. Sí: el límite es el cielo. Es decir, no hay límites”, escribió el científico de ciencias de la complejidad en el sitio web de Suratómica sobre lo que significará este espacio.
Mediante procesos colaborativos es que espacios como este salen a flote, pues los recursos económicos estrictamente necesarios como el montaje de obras buscan gestionarlos mediante becas. Y la forma en la que alimentan el interés de sus más de 50 artistas y colectivos activos es mediante newsletters y redes sociales donde comparten sus eventos, convocatorias y temas de interés. Además, cualquier persona interesada en hacer parte de esta Red lo puede hacer poniéndose en contacto con el equipo organizador.
“Suratómica utiliza una especie de 'metodología de colaboración interdisciplinaria' cuyo estándar está en todas las colaboraciones científicas globales que alberga el CERN. Suratómica ha implementado esta metodología de manera muy exitosa y profesional y ha creado una asombrosa historia de éxito, especialmente en América Latina. Es uno de mis mejores ejemplos prácticos de cómo las colaboraciones entre ciencia y arte pueden crear un impacto en las sociedades locales”, destaca, por último, el científico Hoch.
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Taller por Suratómica en Cultivamos Cultura 2022Foto por Anna Isaak-Ross
Esto que cuenta Yorley Ruiz M. es solamente uno de los sorprendentes temas en los que, por sus estudios en la Universidad VIU, ha podido profundizar desde su ámbito profesional. Y es que esta estudiante colombiana de VIU ha llegado a publicar reportajes de gran repercusión en medios de prestigio como El Espectador, donde vuelca su interés por la ciencia y el arte.
Por logros como este, las opiniones sobre la Universidad VIU entre sus estudiantes son de lo más satisfactorias, ya que la especialización de su oferta educativa abre oportunidades de empleo que acercan al alumnado a sus objetivos laborales, haciendo posible que su vocación se convierta en el eje de su carrera profesional.



