Ciencia en imágenes
Actividad siniestra de las langostas cuando forman enjambres
Cuando, llevadas por algo que se podría describir como una histeria colectiva, las langostas se congregan en enjambres tan grandes que a menudo se les denomina “nubes de langostas”, avanzan sin apenas mostrar miedo ante nada y devoran a su paso todo lo que sea comestible, con una voracidad alarmante.
Sin embargo, hay un componente en esta conducta, mostrado en la foto, que resulta particularmente siniestro y que, al parecer, es en muchos aspectos el motor de esa conducta calificable de histeria colectiva: el canibalismo.
En efecto, cuando conforman un enjambre, las langostas son mucho más propensas a devorarse unas a otras que cuando viven aisladamente. Y de hecho, el miedo a ser atacada y comida por alguno de los congéneres que viene por detrás, y tal vez el ansia de atacar y comer a alguno de los que va por delante, impulsa a estos animales a seguir avanzando.
Los detalles de las conductas subyacentes en los enjambres de langostas han intrigado desde siempre a la humanidad, sobre todo en aquellas regiones que más a menudo sufren el paso de una nube de langostas.
Un estudio reciente al respecto es el llevado a cabo por el equipo de Bill Hansson, director del Departamento de Neuroetología Evolutiva en el Instituto Max Planck para la Ecología Química.
Una langosta devorando a otra. (Foto: Benjamin Fabian, MPI for Chemical Ecology. CC BY)
Este estudio se titula “A chemical defense deters cannibalism in migratory locusts“. Y se ha publicado en la revista académica Science. (Fuente: NCYT de Amazings)