Conducta animal
¿La especie de araña más cobarde?
Hay arañas que son muy agresivas y hasta temerarias, mientras que otras son menos violentas y más prudentes. También hay arañas grandes y pequeñas. Pero no necesariamente las arañas más grandes son las que más se permiten ser peleonas, como se ha comprobado en una investigación reciente.
A pesar de su terrorífica apariencia, las arañas de la especie Trichonephila clavata, de gran tamaño corporal y actualmente comunes en zonas como por ejemplo el sudeste de Estados Unidos, podrían tener el récord de cobardía arácnida, a juzgar por los resultados de este estudio.
Andy Davis y Amitesh Anerao, ambos de la Universidad de Georgia en Estados Unidos, compararon las reacciones de más de 450 arañas de 10 especies diferentes a una perturbación breve e inofensiva.
Para examinar la reacción de las arañas ante una señal fugaz de posible peligro, los investigadores expulsaban con una jeringa dos breves soplidos de aire contra cada araña.
Las arañas abandonaban su actividad y permanecían inmóviles, probablemente para poder detectar mejor cualquier vibración delatadora en su entorno y quizá también para intentar pasar lo más desapercibidas posible.
Mientras que la mayoría de las arañas permanecieron inmóviles durante poco más de un minuto antes de reanudar sus actividades normales, las arañas Trichonephila clavata permanecieron inmóviles durante más de una hora.
![[Img #68552]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/05_2023/1828_la-especie-de-arana-mas-cobarde.jpg)
Mientras que la mayoría de las arañas abandonan su estado de alerta y comienzan a moverse en promedio un minuto y medio después de que cese una señal fugaz de posible peligro, las arañas de la especie Trichonephila clavata permanecen más de una hora inmóviles en ese estado de alerta. (Foto: Peter Frey / UGA)
"Básicamente se quedan quietas y esperan a que desaparezca el peligro ", resume Davis. "Nuestro estudio muestra que estas arañas en realidad nos tienen más miedo a los humanos que nosotros a ellas".
De hecho, las arañas Trichonephila clavata son relativamente inofensivas para las personas y para sus animales domésticos. No pican a no ser que se vean acorraladas sin posibilidad de huir. E incluso si llegan a picar a una persona, es bastante probable que sus colmillos inyectores de veneno no logren perforar la piel.
En los experimentos, la única otra especie de araña que tras la señal de posible peligro no se atrevió a moverse durante mucho más tiempo que el normal fue una con parentesco evolutivo cercano, la Trichonephila clavipes.
Las arañas Trichonephila clavata son oriundas de países asiáticos como por ejemplo Japón y China. Su presencia en Georgia, Estados Unidos, se remonta más o menos al año 2013. Se cree que llegaron allí por accidente, ocultas en algún contenedor de carga.
Desde entonces, la especie se ha extendido rápidamente por todo el estado y por buena parte del sudeste de Estados Unidos. Se estima que allí ya hay ahora millones de estas arañas.
El estudio se titula “Startle Responses of Jorō Spiders (Trichonephila clavata) to Artificial Disturbance”. Y se ha publicado en la revista académica Arthropoda. (Fuente: NCYT de Amazings)



