Astrofísica
¿Una estrella enana blanca puede ser un púlsar?
El descubrimiento de una extraña estrella enana blanca respalda la existencia de un fenómeno que antaño se considerada imposible.
Las enanas blancas son estrellas pequeñas y densas, normalmente del tamaño de un planeta. Se forman cuando una estrella de poca masa ha quemado todo su combustible nuclear, perdiendo sus capas exteriores. La estrella resultante ya no tiene la actividad nuclear de las estrellas que sí están en activo pero aún conserva mucho calor y por eso sigue brillando.
Un hallazgo reciente respalda la idea de que, bajo las circunstancias idóneas, una pareja de estrellas integrada por una enana blanca y una enana roja, puede llegar a comportarse como un púlsar. Normalmente, los púlsares son estrellas de neutrones (cadáveres de estrellas más densos que las enanas blancas pero menos que los agujeros negros) con una rotación rapidísima y que emiten, desde sus polos magnéticos, ondas electromagnéticas. La desalineación de los polos magnéticos con respecto al eje de rotación de la estrella de neutrones hace que los haces de radiación giren de igual modo que los focos de un faro marítimo, enviando pulsos de ondas electromagnéticas hacia los eventuales observadores distantes que estén en puntos del cosmos a los que lleguen dichos pulsos.
El nuevo descubrimiento de la estrella enana blanca acompañada de una enana roja reproduciendo una conducta propia de un púlsar es el segundo de esta clase. El primer sistema de este tipo que se descubrió fue AR Scorpii (AR Sco) en 2016.
Los púlsares de enana blanca incluyen una estrella de este tipo que ametralla a su vecina (una enana roja) con potentes haces de partículas y radiación, provocando que todo el sistema aumente y disminuya su brillo drásticamente, a intervalos regulares. El mecanismo responsable de esto incluye fuertes campos magnéticos, pero se sabe muy poco de ello.
Recreación artística de un púlsar de enana blanca, con su estrella enana roja compañera. (Ilustración: Mark Garlick / University of Warwick)
Una teoría con aceptación creciente que explica la intensidad de los campos magnéticos es el "modelo de la dinamo", según el cual las enanas blancas tienen dinamos (generadores eléctricos) en su núcleo, como lo tiene la Tierra, pero mucho más potentes. Sin embargo, para poner a prueba esta teoría, se necesitaba encontrar otro o más casos de púlsar de enana blanca para comprobar si las predicciones se cumplen.
Y ahora, el nuevo caso que la comunidad científica buscaba ha sido encontrado por fin. El equipo de Ingrid Pelisoli, de la Universidad de Warwick en el Reino Unido, ha investigado a fondo a este nuevo púlsar de enana blanca, llamado J191213.72-441045.1 (J1912-4410 abreviadamente). Las observaciones respaldan el modelo de la dinamo.
Ubicada a 773 años-luz de la Tierra y girando 300 veces más rápido que nuestro planeta, la enana blanca tiene un tamaño similar al de la Tierra, pero una masa al menos tan grande como la del Sol. Esto significa que una cucharadita de material de enana blanca pesaría unas 15 toneladas. Las enanas blancas comienzan su vida a temperaturas extremadamente altas antes de enfriarse a lo largo de miles de millones de años, y la baja temperatura de J1912-4410 sugiere que este astro es notablemente viejo.
El nuevo estudio se titula “A 5.3-min-period pulsing white dwarf in a binary detected from radio to X-rays”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Astronomy. (Fuente: NCYT de Amazings)