Robótica
Robot metálico pero flexible gracias a su parecido con un animal
El pangolín es un animal llamativo, que parece una piña andante de pino, ya que es el único mamífero completamente cubierto de escamas duras. Las escamas están hechas de queratina, igual que nuestro pelo y nuestras uñas. Las escamas se superponen y están directamente conectadas a la capa de piel blanda subyacente. Esta disposición especial permite a los animales hacerse un ovillo en caso de peligro, protegiendo así sus partes blandas y dejando al descubierto solo las partes duras.
El equipo de Ren Hao Soon y Metin Sitti, del Instituto Max Planck de Sistemas Inteligentes en Alemania, ha diseñado un robot metálico pero flexible para el que se inspiró en esa capacidad del pangolín para enroscar en un instante su cuerpo cubierto de escamas. Los robotistas tomaron al animal como modelo y desarrollaron un robot flexible hecho de componentes blandos y duros que, al igual que el animal, se convierte en una esfera en un abrir y cerrar de ojos, con la característica adicional de que el robot puede emitir calor cuando sea necesario.
El nuevo robot no mide más de dos centímetros y consta de dos capas: una blanda, hecha de un polímero tachonado de pequeñas partículas magnéticas, y otra dura, hecha de componentes metálicos dispuestos en capas superpuestas. Así, aunque el robot está hecho de piezas metálicas sólidas, sigue siendo flexible y lo bastante blando para su uso dentro del cuerpo humano.
Cuando el robot se expone a un campo magnético de baja frecuencia, el usuario puede enrollarlo y moverlo en más de una dirección. Las piezas metálicas sobresalen como las escamas del animal, sin dañar ningún tejido circundante. Una vez enrollado, el robot puede transportar pequeñas cargas, por ejemplo dosis de medicamentos. La idea es que un robot de esta clase pueda viajar algún día por dentro del aparato digestivo humano y realizar tratamientos médicos en puntos específicos.
![[Img #68816]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/06_2023/5068_robot-metalico-pero-flexible-gracias-a-su-parecido.jpg)
Inspirándose en el pangolín, representado al fondo, los robotistas han remodelado su estructura externa hasta idear el nuevo robot, mostrado en primer plano. (Imagen: MPI for Intelligent Systems)
Cuando el robot se expone a un campo magnético de alta frecuencia, se calienta a más de 70 grados centígrados gracias al metal incorporado.
La energía térmica se utiliza en varios procedimientos médicos, como el tratamiento de trombosis, la detención de hemorragias y la extirpación de tejido tumoral.
No depender de cables o tubitos desplegados desde el exterior, poder moverse intracorporalmente, estar hecho de piezas duras y ser capaz de emitir calor, sitúan a este robot en un puesto privilegiado dentro de la robótica médica.
El equipo de investigación expone los detalles técnicos de su robot en la revista académica Nature Communications, bajo el título “Pangolin-inspired untethered magnetic robot for on-demand biomedical heating applications”. (Fuente: NCYT de Amazings)



