Salud
Formación, experiencia y habilidades, las cualidades de un buen entrenador personal
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Para ser entrenador personal se puede haber estudiado CAFYD (Actividad Física y el Deporte), haberse especializado con un Máster de entrenamiento personal, haber cursado estudios como Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas, Técnico Superior en Enseñanza y Animación Socio Deportiva, o tener una titulación en el área sanitaria y un curso de Personal Trainer. Los caminos que llevan hasta esta profesión son variados, pero es luego la experiencia y habilidades personales lo que completan el perfil profesional.
Los centros deportivos de reconocimiento suelen ser muy estrictos a la hora de contratar a sus monitores o entrenadores personales, pues está en juego su reputación y la fidelidad de sus clientes. Así, quienes estén buscando entrenador personal Barrio Salamanca saben que cuentan con un centro JG Fitness cerca de casa con profesionales cualificados y servicios de calidad. En estos centros se puede recibir el entrenamiento directo de un entrenador personal o contratar sus servicios para realizar fuera las actividades.
Cualidades indispensables para la profesión
Como ya se adelantaba, la formación y la experiencia son los dos pilares sobre los que descansan las bases de todo profesional del entrenamiento deportivo. Pero, sus cualidades o habilidades personales, también juega un papel esencial en el conjunto. De nada sirve un entrenador personal hipercualificado y con muchos años de experiencia si carece de empatía, o es incapaz de generar confianza o motivar a sus clientes. Por este motivo, a continuación, se analizan dichas cualidades una a una.
Formación suficiente
El mercado laboral en el ámbito del ejercicio físico y el deporte está compuesto por una gran variedad de titulaciones, desde el licenciado en Educación Física o similares hasta másteres, cursos, seminarios y todo tipo de acreditaciones más o menos profesionales. En este sentido, conviene saber bien qué tipo de titulación tiene el entrenador personal con el que vamos a entrenar cada día, pues nuestra salud estará en sus manos, y conviene que estemos en manos de alguien con conocimientos anatómicos y deportivos suficientes.
Experiencia imprescindible
Una vez comprobada la formación, el siguiente paso es la experiencia, de hecho, la una no puede ir si la otra. Toda la formación del mundo no suple la experiencia, y los años de experiencia no son nada si no se tiene una base de conocimientos sólidos que la respalden. Una y otra van de la mano, pues son los dos pilares de todo buen entrenamiento. A partir del conocimiento y la experiencia es cuando se pueden diseñar programas de entrenamiento acertados y efectivos.
Habilidades personales
Empatía, sociabilidad, educación, puntualidad, extroversión, todas estas habilidades son necesarias para quienes quieren dedicarse a la profesión de entrenador personal, pues se está tratando con personas. Se trata de una profesión donde el sentido común, la prudencia, la motivación, la capacidad de adaptación, la flexibilidad mental, y la paciencia son indispensables. Se ha de saber tratar con todo tipo de personas y sacar lo mejor de ellas en el deporte, pero para eso, primero se tiene que haber creado un vínculo de confianza.
Lo que conlleva el entrenamiento personal
El entrenamiento personal es casi una ciencia. Se necesitan conocimientos acerca de una variedad de factores personales sin los que no sería posible realizar un plan de entrenamiento efectivo y totalmente personalizado. Un buen entrenador personal ha de conocer muchos aspectos de la vida de sus clientes, no de su vida íntima o privada, pero sí datos médicos, farmacológicos, anatómicos, etc. con los que poder trabajar. Estos datos son los siguientes:
- Historial médico: El entrenador personal ha de saber si se padecen alguna enfermedad, dolencia o lesiones que afecten a la capacidad para realizar determinados ejercicios.
- Farmacología: Debe también tener en cuenta las posibles contraindicaciones del ejercicio o determinados ejercicios asociadas a algún medicamento en concreto.
- Anatomía: Deberá evaluar cómo pueden influir la estructura ósea y muscular de su cliente en el rendimiento y en la forma de moverse o llevar a cabo los ejercicios propuestos.
- Fisiología: Con el día a día llegará a conocer las respuestas de tu organismo a los distintos estímulos a los que tu cuerpo se enfrenta con los diferentes ejercicios.
- Estado físico: Saber determinar tus capacidades iniciales para diseñar un buen plan de entrenamiento con los ejercicios y la intensidad adecuada a tu estado físico es esencial.
- Objetivos: En todo programa de entrenamiento se ha de seguir la metodología adecuada para ayudar al cliente a alcanzar sus objetivos. No se puede aplicar el mismo plan generalizado a todo el mundo.
- Genética: Los genes determinan si se gana músculo o se acumula grasa con facilidad, si el entrenador dispone de esta información, le será muy útil para elaborar su plan de entrenamiento.
- Manejo de expectativas: Es esencial que el entrenador personal sea capaz de hablar claramente sobre lo que su cliente puedes esperar, para no perder la motivación y dirigirse hacia su objetivo paso a paso de forma controlada.
Por último, la seguridad ha de estar siempre garantizada, de manera que no haya lesiones durante la sesión de entrenamiento. En resumen, un entrenador personal llega a conocer a sus clientes a un nivel mucho más profundo del que pudiera parecer.


