Ecología
El ahorro de energía y dinero en la gastronomía aérea
Atrás quedan los tiempos donde al viajar en avión a cualquier parte del mundo uno podía disfrutar de suculentos platos viajando en clase turista. Hoy la oferta gastronómica ha disminuido considerablemente.
El Covid ha hecho mella en los precios de los billetes de avión y en los servicios que ofrecen. En relación a esto último la cantidad y la calidad han variado, sobre todo para las personas que deciden no viajar en Business o VIP.
Lo que sí ha cambiado para mejor son las opciones de dieta que se ofrecen en los vuelos: personas con dietas vegetarianas, sin azúcar, kosher o vegana pueden pedirlas en su vuelo si lo hacen con antelación.
Los vuelos de larga distancia: resisten
La aerolínea elegida y la duración del trayecto son dos factores importantes a la hora de hablar de la comida que se sirve en los aviones. Este es el caso de los vuelos de larga distancia como los Vuelos La Habana—Managua . En estos vuelos se comienza por una comida (desayuno, almuerzo o cena) al comienzo del viaje, generalmente después de 2 horas del despegue. Más tarde se irán ofreciendo otros snacks o comidas y bebidas.
En este tipo de vuelos se suele ofrecer un plato principal, una ensalada, pan y postre, en algunos lugares se añade el queso. En relación a la bebidas en la mayoría de rutas se ofrece una bebida y agua. El té y el café suelen venir justo al final de la comida.
Los vuelos cortos: el cambio de tendencia
En los vuelos que unen ciudades o países cercanos, como es el caso de vuelos a Buenos Aires desde Córdoba , tienen otra política. En muchos casos no se ofrece comida y en otros muchos la que se ofrece es escasa, apenas unas galletas o un poco de pan con embutido. Lo que sí que hacen es que ofrecen la posibilidad de comprarla a bordo.