Meteorología
Daños temporales en la capa de ozono por culpa de ciertos gases volcánicos
Una investigación sugiere que gigantescas erupciones volcánicas desencadenadas en Nicaragua miles de años atrás pudieron arrojar a la atmósfera en cantidades suficientes ciertos gases capaces de debilitar notablemente la capa de ozono.
Si una erupción explosiva de tales características tuviera lugar en la actualidad, lanzaría a la atmósfera más del doble de la masa hoy existente en la estratosfera de gases destructores de la capa de ozono.
El equipo de la meteoróloga Kirstin Krüger y del vulcanólogo químico Steffen Kutterolf, ambos del GEOMAR (Centro Helmholtz de Investigación Oceánica) en Kiel, Alemania, ha llegado a esta conclusión después de un exhaustivo estudio en el que se ha hecho trabajo de campo y simulaciones con modelos, con el objetivo de conocer mejor esas erupciones volcánicas nicaragüenses del pasado lejano y lo que acarrearon para la atmósfera global.
Los resultados de la investigación indican que las erupciones fueron lo bastante explosivas y arrojaron suficiente bromo y cloro como para llegar hasta la estratosfera y afectar a la capa de ozono que protege al planeta.
El bromo y el cloro son gases muy propensos a reaccionar químicamente con el ozono. Si llegan a una altitud suficiente en la atmósfera, ejercen un efecto destructor en la capa de ozono.![[Img #9022]](upload/img/periodico/img_9022.jpg)
Para determinar la cantidad de gas que fue liberada durante estas erupciones, Kutterolf analizó gases que quedaron atrapados en minerales que se cristalizaron en las cámaras de magma, y aplicó un novedoso método mediante un sincrotrón de Hamburgo para detectar elementos traza, incluyendo al bromo. En base a esto, Kutterolf estimó la cantidad de gas dentro del magma antes de que se desencadenasen las erupciones, así como el contenido de gas en las rocas volcánicas después de la erupción. La diferencia, en combinación con los datos de campo existentes sobre el tamaño de la erupción, permitió a los científicos calcular las cantidades de bromo y cloro liberadas.
Partiendo de un promedio de 14 de esas erupciones nicaragüenses, los científicos han llegado a la conclusión de que las concentraciones de bromo y cloro en la estratosfera saltaron a niveles equivalentes al 200 por ciento y al 300 por ciento de las concentraciones de esos gases en 2011. La erupción del volcán Apoyo hace 24.500 años, por ejemplo, liberó 120 millones de toneladas de cloro y 600.000 toneladas de bromo en la estratosfera.



