Astronáutica y astronomía
La misión que observará los sitios más calientes del universo
Todo está a punto para que el observatorio XRISM (X-ray Imaging and Spectroscopy Mission) de Japón sea lanzado al espacio el día 26 de este mes (o 25, dependiendo de la zona horaria).
XRISM proporcionará una visión sin precedentes de algunos de los lugares más calientes del universo. Y lo hará utilizando un instrumento que paradójicamente opera a una temperatura menor que la del lugar más frío conocido del cosmos.
“El instrumento Resolve de XRISM nos permitirá observar la composición de las fuentes de rayos X cósmicos en un grado que no ha sido posible antes”, destaca Richard Kelley, investigador principal del equipo científico del XRISM de la NASA en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos. Kelley y sus colegas prevén la obtención de muchos conocimientos nuevos sobre los objetos astronómicos más calientes del universo, que incluyen estrellas en explosión, núcleos galácticos activos y las inmediaciones de agujeros negros en general, entre otros.
El detector del instrumento Resolve de XRISM está a solo unas pocas centésimas de grado centígrado por encima del cero absoluto. Con el nombre de “cero absoluto” se conoce a la temperatura más baja que las leyes de la física permiten, y que es de 273,15 grados centígrados bajo cero. Dicho detector está más frío que las áreas más vacías y oscuras del universo, a las cuales el único calor que llega es el poco que aún queda del Big Bang, la “explosión” con la que nació el universo. El detector también está más frío que la nebulosa Boomerang, el entorno natural más frío conocido.
El instrumento, una colaboración entre la NASA y JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón), debe mantenerse tan frío porque funciona midiendo el pequeño aumento de temperatura creado cuando los rayos X golpean su detector. Esta información permite deducir cuán brillante es la fuente en cada una de varias bandas de rayos X, el equivalente a los colores de la luz visible, y permite a los astrónomos identificar elementos químicos por sus “huellas dactilares” inequívocas de rayos X en el espectro.
Cada punto del espacio donde una estrella está explotando en forma de supernova figura entre los más calientes del universo. En la imagen, restos dejados por una supernova de 1987. La imagen combina datos del Observatorio espacial Chandra de rayos X de la NASA y el telescopio infrarrojo Gemini Sur en Chile. La luz de rayos X detectada por Chandra se muestra de color azul en la imagen. La luz infrarroja detectada por Gemini Sur se muestra en verde y rojo, correspondiendo cada uno de esos dos colores a una banda distinta. La banda representada en verde es más energética que la mostrada en rojo. El núcleo de la estrella destruida perduró pero no es visible en la imagen. El anillo es producido por la interacción entre el gas caliente (principalmente mostrado en rayos X) y el polvo frío (principalmente mostrado en luz infrarroja) de la estrella que explotó. (Imagen: Gemini / NASA)
El otro instrumento del XRISM, llamado Xtend, desarrollado por JAXA y universidades japonesas, es una cámara que capta imágenes de rayos X que realizará observaciones simultáneas con Resolve, proporcionando información complementaria. Ambos instrumentos se basan en dos conjuntos de espejos de rayos X desarrollados en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales.
En la misión del XRISM también participa la ESA (Agencia Espacial Europea). (Fuente: NCYT de Amazings)