Medicina
Herpes zóster: Síntomas y prevención para una vida saludable
El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una enfermedad viral que afecta a millones de personas en todo el mundo. A pesar de su prevalencia, muchas personas no comprenden completamente esta enfermedad, sus síntomas y cómo prevenirla. Veamos qué es el herpes zóster, cuáles son sus síntomas característicos y, lo más importante, cómo se puede prevenir.
¿Qué es el herpes zóster?
El herpes zóster es una enfermedad dolorosa causada por la reactivación del virus varicela-zóster (VVZ), el mismo virus que causa la varicela. Después de que una persona se recupera de la varicela, el VVZ permanece latente en el sistema nervioso. Años o décadas más tarde, el virus puede reactivarse, dando lugar al herpes zóster.
Síntomas del herpes zóster
Los síntomas del herpes zóster suelen comenzar con dolor o sensación de ardor en un lado del cuerpo o la cara. Este dolor se asocia comúnmente con una erupción cutánea que se desarrolla en forma de ampollas. Otros síntomas pueden incluir:
- Picazón intensa.
- Sensación de hormigueo.
- Fiebre baja.
- Fatiga.
- Sensibilidad a la luz.
- Dolor de cabeza.
La erupción del herpes zóster generalmente sigue el recorrido de un nervio específico, creando un patrón en forma de banda o franja en la piel. A menudo, se localiza en el torso o alrededor de un ojo, pero puede afectar cualquier parte del cuerpo.
(Foto: Wikimedia Commons)
Complicaciones del herpes zóster
El herpes zóster puede causar complicaciones graves en algunos casos, especialmente en personas mayores o con sistemas inmunológicos debilitados. Estas complicaciones pueden incluir neuralgia postherpética (dolor persistente en el área afectada), infecciones cutáneas secundarias, problemas de visión si el ojo está involucrado y, en raras ocasiones, afectación del sistema nervioso central.
Prevención del herpes zóster
La buena noticia es que el herpes zóster se puede prevenir en gran medida gracias a la vacuna contra el herpes zóster. La vacuna más comúnmente utilizada es la vacuna Zostavax, pero en los últimos años ha sido reemplazada por una versión más efectiva llamada Shingrix. Esta vacuna es altamente recomendada para adultos mayores de 50 años y se administra en dos dosis con un espacio de 2 a 6 meses entre ellas.
Además de la vacuna, la prevención del herpes zóster implica mantener un sistema inmunológico saludable mediante una dieta equilibrada, ejercicio regular y control del estrés. Evitar el contacto cercano con personas con varicela activa también puede ayudar a reducir el riesgo de contraer el virus de la varicela-zóster.