Durante algunos días de este mes de julio, el nivel más superficial de la capa de hielo de Groenlandia, se derritió en un área más grande que en cualquier otra ocasión conocida desde que se iniciaron las observaciones sistemáticas por satélite, hace más de 30 años.
Cada año, en verano, aproximadamente la mitad del área de la capa de hielo de Groenlandia, en su nivel más superficial que es el más expuesto al sol, se derrite de manera natural. En sus bordes costeros, la capa es delgada, pero en el resto tiene un grosor considerable, que llega hasta unos 3 kilómetros. Debido a ese espesor, aunque se funda el hielo expuesto al sol, queda intacta una masa enorme de hielo situado debajo. Si todo el hielo de Groenlandia se derritiera y fuese a parar al mar, el nivel de los océanos del mundo subiría varios metros, 7 según algunos cálculos.
En zonas de Groenlandia que están a gran altitud, la mayor parte del agua de deshielo se vuelve a congelar pronto en el mismo sitio. Cerca de la costa, parte del agua de deshielo es retenida en la capa de hielo, y el resto se escurre hacia el mar. Sin embargo, este año el área de hielo derretido en la superficie o hasta un poco por debajo de ella ha experimentado un salto impresionante, según las mediciones hechas por tres satélites independientes, que han sido analizadas por expertos de la NASA y de universidades. Los mapas de la extensión del deshielo superficial derivados de los datos aportados por esos tres satélites muestran que el 8 de julio aproximadamente el 40 por ciento de la superficie de la capa de hielo se había derretido. Lo asombroso es que tan sólo 4 días después, el 12 de julio, el 97 por ciento de esa cubierta se había fundido. Este salto tan grande, del 40 al 97 por ciento en sólo 4 días, generó incredulidad entre los propios científicos en un primer momento. Sin embargo, tras las pertinentes comprobaciones, el hecho se ha aceptado.
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A la izquierda, la porción derretida del nivel más superficial de la capa de hielo el 8 de julio. A la derecha, la situación el 12 de julio. Imagen: Jesse Allen / NASA Earth Observatory / Nicolo E. DiGirolamo / SSAI / Cryospheric Sciences Laboratory.
Este episodio extremo de deshielo ha coincidido con la presencia de una importante masa de aire cálido sobre Groenlandia. Esta masa fue una de varias que han actuado sobre las temperaturas de Groenlandia desde finales de mayo. Llegó a Groenlandia el 8 de julio, y se mantuvo encima de la capa de hielo durante un tiempo. Alrededor del 16 de julio ya había comenzado a disiparse.
Los investigadores no han averiguado aún si este episodio extremo de deshielo afectará de manera significativa al volumen total de pérdida de hielo este verano. Tampoco está claro todavía si contribuirá a un aumento medible, aunque muy pequeño, del nivel del mar.
En el trabajo de análisis han participado Tom Wagner, de la NASA en Washington, Son Nghiem del JPL (Jet Propulsion Laboratory, o Laboratorio de Propulsión a Chorro) de la NASA en Pasadena, California, Dorothy Hall del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Thomas Mote de la Universidad de Georgia en Athens, y Marco Tedesco de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, todas estas instituciones en Estados Unidos.