Mano biónica fusionada con tejido óseo, muscular y nervioso

Ya han transcurrido suficientes años como para poder asegurar que un caso de implante permanente de mano biónica ha resultado un éxito total. A diferencia de las prótesis de quita y pon, incluyendo las más avanzadas que leen impulsos nerviosos del paciente y ejecutan las órdenes mentales de este, las prótesis robóticas que se implantan de manera permanente, fusionándose con tejido óseo, nervioso y muscular, afrontan retos difíciles, como por ejemplo el peligro de infección o el de que la prótesis pierda conectividad.

El caso en cuestión es el de una mujer sueca que perdió su mano derecha en un accidente y se le implantó tiempo después otra biónica, con una interfaz conectando directamente a hueso, músculo y nervio.

El implante de la mano biónica no solo devolvió destreza manual a Karin, sino que también acabó con el intenso dolor que sentía por el efecto del “miembro fantasma”, un fenómeno desgraciadamente muy común entre las personas que han sufrido la amputación de alguna extremidad; pese a carecer de esa parte del cuerpo, les sigue llegando dolor de ella.

Además del fuerte dolor crónico, Karin tuvo que lidiar con diversas prótesis convencionales que eran incómodas y poco fiables, por lo que apenas la ayudaban en su vida cotidiana. Todo esto cambió cuando recibió una mano biónica dotada con una innovadora tecnología. Esta mano biónica es cómoda y le permite hacer muchas más cosas. La mayor integración entre la prótesis biónica y el muñón de Karin también alivió el dolor por el efecto del miembro fantasma. "Para mí, esta investigación ha significado mucho, ya que me ha dado una vida mejor".

Karin fue la primera persona con amputación por debajo del codo que recibió una mano biónica de esta clase, con un nivel muy alto de integración y que puede utilizarse de manera continuada. El hecho de que Karin haya podido utilizar su prótesis de forma cómoda y eficaz en sus actividades cotidianas durante años demuestra la viabilidad de esta nueva tecnología.

La mano biónica conectada íntimamente con el brazo biológico. (Foto: Ortiz-Catalan et al. CC BY)

Esta remarcable fusión entre máquina y ser humano es obra del equipo integrado, entre otros, por Daniele D’Accolti, del Instituto de Biorrobótica adscrito a la Escuela Superior Santa Ana en Pisa, Italia, y Max Ortiz-Catalan, del Centro de Biónica e Investigación del Dolor en Suecia, así como de la Universidad Chalmers de Tecnología en Suecia, entre otras instituciones.

Con ocasión del buen funcionamiento de la mano biónica después de los años transcurridos, el equipo de Ortiz-Catalan y D’Accolti ha realizado un estudio sobre la  integración de la mano biónica, titulado “A highly integrated bionic hand with neural control and feedback for use in daily life“. Este estudio se ha publicado en la revista académica Science Robotics. (Fuente: NCYT de Amazings)