Medicina
Efectos beneficiosos de la curcumina y del ácido docosahexaenóico para la médula espinal
Científicos de la UCLA (Universidad de California en los Ángeles) han descubierto que una dieta enriquecida con un popular ácido graso omega-3 y una especia hindú de larga tradición gastronómica y medicinal actuaron contra el deterioro de la capacidad de andar en ratas aquejadas de ciertos daños en la médula espinal.
El hallazgo sugiere que estos suplementos dietéticos ayudan en la reparación de células nerviosas y en el mantenimiento de funciones neurológicas ante esos daños.
El proceso normal de envejecimiento a menudo estrecha el canal espinal, lo cual hace que se ejerza una presión excesiva en la médula espinal y se dañe tejido. Aunque la cirugía puede mitigar la presión y evitar que se produzcan más daños, no puede reparar los daños ya sufridos por las células y las fibras nerviosas.
El Dr. Langston Holly, profesor de neurocirugía en la Escuela de Medicina David Geffen de la UCLA, y sus colaboradores se propusieron averiguar si los mencionados suplementos dietéticos podían ayudar a que la médula espinal se curase a sí misma.
El equipo de Holly y Fernando Gómez Pinilla, también profesor de neurocirugía en la UCLA, estudió dos grupos de ratas con una afección comparable a la mielopatía cervical, que es un trastorno progresivo que a menudo aparece en personas con dolencias tales como la artritis reumatoide y la osteoporosis.
La mielopatía cervical puede conducir a síntomas neurológicos limitantes, como por ejemplo dificultad para caminar, dolor en el cuello y los brazos, entumecimiento de las manos y debilidad general en las extremidades.
El primer grupo de animales fue alimentado con una dieta que reproducía la típica de muchas personas en naciones industrializadas, o sea muy cargada de grasas y azúcar. El segundo grupo consumió una dieta estándar para ratas enriquecida con ácido docosahexaenóico (DHA), y curcumina, un compuesto presente en la cúrcuma (o azafrán de las Indias), que es una especia usada habitualmente en la cocina de la India, el sur de Asia y Oriente Medio. La cúrcuma también ha sido utilizada durante 2.500 años como compuesto medicinal en la medicina tradicional hindú.
Un tercer grupo de ratas, totalmente sanas, fue alimentado con una dieta estándar para ratas y sirvió de grupo de control.
Los investigadores escogieron estos suplementos porque el DHA es un ácido graso omega-3 del que se sabe que repara ciertos daños a las membranas celulares, en tanto que la curcumina es un potente antioxidante que estudios anteriores habían asociado a la reparación de tejidos. Ambas sustancias reducen la inflamación.
"El cerebro y la médula espinal trabajan de modo conjunto, y años de investigación demuestran que suplementos como el DHA y la curcumina pueden influir positivamente en el cerebro", argumenta Gómez Pinilla. "Tuvimos la sospecha de que lo que funciona con el cerebro también puede funcionar con la médula espinal." Al no encontrar resultados de estudios que apoyasen dicha hipótesis, Gómez Pinilla y sus colegas decidieron llevar a cabo su propia investigación.
Los investigadores hicieron grabaciones del modo de andar de las ratas al inicio del estudio y lo reexaminaron semanalmente. Ya en la tercera semana, las ratas que consumían la dieta occidental mostraban problemas apreciables para andar que empeoraban a medida que avanzaba el estudio. Las ratas alimentadas con una dieta enriquecida con DHA y curcumina caminaron significativamente mejor que las del primer grupo, incluso seis semanas después de iniciado el estudio.
A continuación, los científicos examinaron la médula espinal de las ratas para evaluar cómo había influido a escala molecular la dieta en su lesión. Los investigadores midieron los niveles de tres marcadores asociados con daños en la membrana celular, reparación neuronal y comunicación celular, respectivamente.
Las ratas que consumieron la dieta occidental mostraron niveles más altos del marcador asociado a daños en la membrana celular. En cambio, parece que el DHA y la curcumina contrarrestaron el efecto de la lesión en el segundo grupo, el cual presentó niveles de este marcador equivalentes a los del grupo de control.
Los niveles de otros marcadores, en este caso vinculados a la reparación neuronal y a la comunicación celular, fueron significativamente menores en las ratas alimentadas con la dieta rica en grasas y azúcar. Los niveles de estos marcadores en los animales que ingirieron los mencionados suplementos dietéticos fueron similares a los del grupo de control.


