Paleoclimatología
Registro climático ártico de los últimos 3,6 millones de años
Los resultados de análisis hechos al núcleo de sedimentos más largo que se ha podido extraer en las áreas terrestres del Ártico han permitido reconstruir 3,6 millones de años del historial climático de esta zona.
Además, se ha encontrado una correlación notable de los períodos cálidos del Ártico con episodios de grandes deshielos en la Antártida, lo cual apunta a la existencia de interacciones climáticas previamente desconocidas entre ambas regiones polares.
Estos son los hallazgos principales hechos por un equipo internacional de investigación encabezado por el Profesor Martin Melles de la Universidad de Colonia en Alemania.
Los resultados del estudio se basan en un núcleo sedimentario que se extrajo en 2009 del lecho del lago El'gygytgyn, en el extremo nordeste de Siberia. Los orígenes del lago se remontan a hace 3,6 millones de años, cuando el impacto de un meteorito creó un cráter de 18 kilómetros de diámetro. Desde su formación, el lago recolecta sedimentos año tras año.
Debido a ello, este registro climático es de gran importancia para los científicos que trabajan en la reconstrucción de la evolución del clima en épocas pasadas.
La edad de cada capa sedimentaria del lago El'gygytgyn fue determinada con precisión por especialistas del Centro Alemán de Investigación en Geociencias (GFZ), miembros del equipo de investigación. Eeva Haltia-Hovi (ahora en la Universidad de Lund, Suecia) se valió de las propiedades magnéticas de los minerales presentes en los sedimentos: el campo magnético de la Tierra se ha invertido bastantes veces en los últimos millones de años, y el efecto de estas inversiones se reflejan en los sedimentos.
Norbert Nowaczyk del GFZ desarrolló un escáner especialmente adaptado para ciertos análisis de núcleos de sedimentos. Él también diseñó un paquete de software que permitió el procesamiento de los grandes conjuntos de datos utilizados para la investigación.
Gracias a todo ello, el registro sedimentario, el geoquímico, el magnético y el bioestratigráfico han sido correlacionados en alta resolución con la evolución del clima durante los últimos 3,6 millones de años, destacando de este periodo la sucesión a intervalos regulares de épocas cálidas durante los últimos 2,8 millones de años.