Astronáutica, climatología y ecología
PACE, el vigilante del clima, ya está en órbita a la Tierra
La misión del satélite PACE de la NASA será estudiar la salud de los océanos, la calidad del aire y los efectos del cambio climático global.
PACE (Plankton, Aerosol, Climate, ocean Ecosystem) fue lanzado con éxito al espacio el 8 de febrero de 2024 mediante un cohete Falcon 9 de SpaceX, desde el complejo de lanzamiento 40 de la estación de la Fuerza Espacial estadounidense en Cabo Cañaveral, Florida.
Un instrumento hiperespectral del satélite permitirá a los investigadores observar los océanos y otras masas de agua en un espectro de luz ultravioleta, visible e infrarroja cercana. Esto capacitará a los científicos para seguir la distribución del fitoplancton y, por primera vez desde el espacio, identificar qué comunidades de estos organismos están presentes a escala diaria y global. Los científicos y los gestores de los recursos costeros podrán utilizar los datos para predecir la salud de la fauna disponible para pesca, detectar la proliferación de algas nocivas e identificar cambios en el medio marino.
La nave también lleva dos instrumentos polarimétricos, capaces de detectar cómo interactúa la luz solar con las partículas de la atmósfera, lo cual proporcionará a los investigadores nueva información sobre los aerosoles atmosféricos y las propiedades de las nubes, así como sobre la calidad del aire a escala local, regional y mundial.
Combinando instrumentos adecuadamente, PACE proporcionará información sobre las interacciones del mar y la atmósfera, y sobre cómo el cambio climático global afecta a estas interacciones.
Lanzamiento al espacio del satélite PACE. (Foto: NASA)
Los océanos de la Tierra están respondiendo de muchas maneras al cambio climático global: desde la subida del nivel del mar hasta las olas de calor marinas, pasando por la pérdida de biodiversidad. Con PACE, los investigadores podrán estudiar los efectos del cambio climático global en el fitoplancton, que desempeña un papel clave en el ciclo global del carbono al absorber dióxido de carbono de la atmósfera y convertirlo en su material celular. En todas partes del mundo, estos minúsculos organismos son la base de ecosistemas acuáticos que proporcionan recursos fundamentales para la seguridad alimentaria, la economía y el ocio. (Fuente: NCYT de Amazings)