Arqueología y medicina
Descubren el actor oculto en la transmisión de la lepra medieval
La lepra, que a lo largo de los siglos fue una enfermedad incurable, causaba también una fuerte estigmatización social, tanto por el aspecto que adquirían los enfermos en fase avanzada, como por el riesgo de contagio. Por todo ello, la figura del leproso se convirtió en uno de los terrores más punzantes de diversas épocas y culturas humanas, incluyendo por ejemplo la Edad Media, cuyas leproserías fueron descritas a veces como cementerios para vivos.
Averiguar el mecanismo principal por el cual una enfermedad infecciosa se propagó por una determinada región del mundo puede ayudar a conocer mejor los entresijos de la epidemia y obtener enseñanzas sobre cómo evitar nuevas epidemias de esa u otras enfermedades.
La bacteria culpable de la lepra, la Mycobacterium leprae, ya no causa los estragos que causaba en el pasado, pero todavía infecta a unas 200.000 personas cada año.
En un nuevo estudio, se ha comprobado que, por lo menos en Inglaterra, las ardillas de la especie Sciurus vulgaris eran a menudo portadoras de la lepra durante la Edad Media.
El estudio lo ha llevado a cabo un equipo internacional, integrado, entre otros, por Christian Urban, de la Universidad de Basilea en Suiza, y Verena Schünemann, de la Universidad de Basilea y antes de la de Zúrich en Suiza.
Los autores del nuevo estudio también han descubierto que las bacterias de la lepra en esas ardillas medievales estaban estrechamente relacionadas con las bacterias de la lepra aisladas de esqueletos humanos medievales de la misma región.
La pregunta que cabe plantearse es obvia: ¿Pasó la lepra de las ardillas a los humanos, o de los humanos a las ardillas?
Por ahora, los análisis realizados por el equipo de investigación no permiten responder a esa pregunta.
En cualquier caso, había bastantes puntos de contacto entre el ser humano y la ardilla durante la Edad Media. Un aspecto clave era el comercio de pieles, que proporcionaba la codiciada piel de ardilla a las altas esferas de la sociedad. Especialmente en los siglos XI y XII, por ejemplo, se fabricaban abrigos enteros de piel de ardilla para las distintas familias reales. Además, también se tenían ardillas como mascotas, tanto en palacios de la realeza como en conventos.
Dibujo de principios del siglo XIV en el que se aprecia a una mujer jugando con una ardilla doméstica (esta lleva collar). (Fuente: British Library Board Ms Add. MS 42130 f. 33r)
Para su estudio, los investigadores se centraron en la ciudad de Winchester, en el sur de Inglaterra. El material necesario para el análisis genético procede de dos yacimientos arqueológicos distintos de la ciudad. Los restos humanos se extrajeron del emplazamiento de una antigua leprosería. Los investigadores pudieron examinar restos de ardillas medievales gracias a los huesos de extremidades hallados en una antigua peletería.
Los resultados del nuevo estudio son también relevantes para la época actual, ya que hoy en día los animales todavía reciben poca atención de la comunidad científica como portadores potenciales de la lepra, aun cuando pueden ser importantes para averiguar por qué la enfermedad persiste hoy en día pese a todos los intentos de erradicarla.
El estudio se titula "Ancient Mycobacterium leprae genome reveals medieval English red squirrels as animal leprosy host". Y se ha publicado en la revista académica Current Biology. (Fuente: NCYT de Amazings)