Psicología
Apego evitativo y desorganizado: ¿cómo saber si los tengo?
El apego es un vínculo que se crea entre una persona y su cuidador, lo que garantiza la supervivencia del individuo. A través del apego se crea una relación íntima a largo plazo. Un ejemplo claro de apego es el que existe entre el bebé y sus padres, ya que son ellos los que satisfacen sus necesidades, por lo que el bebé es dependiente de ellos.
Ahora bien, en este post analizaremos qué es el apego evitativo, un vínculo totalmente opuesto al mencionado arriba. Saber lo que significa y cuáles son las conductas que tenemos que indican que hay un apego evitativo o desorganizado, nos ayudará a reconocer las emociones y trabajar en ellas.
¿Qué son el apego evitativo y desorganizado?
El apego evitativo es el desvínculo que se caracteriza por conductas y emociones evitativas o de rechazo a las personas, sobre todo, a la figura principal de apego. Al igual que el apego común, este ocurre en la infancia, lo que supone que el niño evita buscar apoyo emocional en otros, por eso le cuesta crear relaciones íntimas y, por supuesto, esto repercutirá cuando ya sea mayor.
Pero, más amenazante que el apego evitativo es el desorganizado. ¿Qué es el apego desorganizado? Este ocurre cuando el cuidador es violento, agresivo o maltrata y abusa del niño. Si bien el papel del cuidador es proteger al niño, algunos no cumplen con este objetivo, sino más bien, maltratan al niño, generando un desequilibrio emocional e interno.
Entonces, el apego desorganizado es el vínculo por actuaciones desorganizadas del cuidador. Hay que tener en cuenta que el bebé no puede sobrevivir sin el cuidado de sus padres o protectores, por lo que soporta la agresión porque no puede estar solo.
Tanto el apego evitativo como el desorganizado debe tratarse con un profesional como un Psicólogo EMDR Madrid. Estos especialistas tienen un modelo terapéutico que desensibiliza las situaciones traumáticas que llevan a acciones como los tipos de apego evitativo o desorganizado. Si estás buscando un tratamiento terapéutico EMDR, puedes solicitar un Psicólogo Barrio Salamanca.
¿Cómo saber si una persona tiene apego evitativo o desorganizado?
Los tipos de apego aparecen en la niñez, naciendo por acciones del cuidador. En el caso del apego evitativo, el cuidador satisface las necesidades del niño, sin embargo, es huidizo con sus emociones al sentirse nervioso e inseguro, por lo que prefiere la desatención y el rechazo.
Aunque el cuidador no lo hace con maldad, le da miedo no saber calmar o satisfacer las necesidades del pequeño, por lo que no ofrece cuidado emocional. En tal sentido, el niño renuncia a sus emociones para no ser rechazado. Él sabe muy bien que no puede sobrevivir sin su cuidador, así que tiene que estar cerca de este, pero para no ser rechazado, tendrá que evitar expresar emociones, lo que llevará con el tiempo, que dejará de sentirlas.
Una persona con apego evitativo evita el contacto físico y emocional, no se siente cómodo expresando afecto, le resulta difícil mostrar cariño a otros, incluso, se siente incómodo cuando necesita de otra persona, por lo que busca no depender de nadie y, por ende, le cuesta mucho confiar.
Por otro lado, en el caso de quienes tienen apego desorganizado, se anticipan a una agresión, ya que han aprendido que esta situación siempre está presente en las relaciones. Aunque necesitan seguridad, evitan o rompen todo tipo de relación porque viven en constante peligro de que serán agredidos. Los pacientes con apego desorganizado son inestables, poco predecibles, tal como fueron sus cuidadores.
¿Cómo tratar el apego evitativo y apego desorganizado?
El psicólogo es un compañero que te llevará por el proceso de sanación emocional, pudiendo superar y afrontar sentimientos negativos, ataques de ansiedad, traumas y más. De acuerdo con la manifestación de los síntomas, el tipo de apego y las causas de la aparición de este vínculo, el especialista aplica la técnica para afrontar las dificultades emocionales.
La terapia supone apoyo emocional, resolución de problemas, desarrollo personal, aprendizaje de habilidades, prevención de problemas, cuidado de la salud mental, orientación a mejorar las relaciones interpersonales y el manejo del estrés. El paciente se autodescubrirá, explorando sus problemas, motivaciones, metas y valores. Gracias a esto se logra el objetivo final, la superación de los traumas, aprendiendo a superar experiencias y avanzando a una vida más saludable.