Neuropsicología
Investigando los movimientos fantasma en las ilusiones táctiles
Notar que algo está moviéndose sobre una porción de nuestra piel cuando no es así, o, dicho de otro modo, experimentar una ilusión táctil de movimiento, es una situación menos inusual de lo que puede parecer. Y ahora unos científicos han investigado algunos de sus límites.
A esa sensación de que algo se mueve sobre un sector de nuestra piel cuando dicho movimiento no existe se le llama “movimiento fantasma”. El término apareció ya hace unas décadas. Sin embargo, el nuevo estudio ha permitido determinar, por vez primera, la distancia mínima que debe recorrer un punto vibratorio para que este movimiento fantasma sea percibido.
Uno de los autores de esta investigación, Andrés Trujillo, profesor del Departamento de Electrónica de la Universidad de Málaga (UMA) en España, señala que la ilusión de movimiento fantasma se produce cuando colocamos dos dispositivos vibratorios (conocidos como actuadores vibrotáctiles) en dos puntos distintos de la piel. “Con la activación adecuada se puede conseguir que, en vez de percibir dos vibraciones aisladas, la persona experimente la sensación de que existe un punto vibratorio que se mueve en la línea entre estos dos dispositivos, aunque este punto realmente no existe, es ilusorio”, explica.
Según este ingeniero, gracias a los experimentos realizados en la UMA se ha conseguido modificar los parámetros de configuración del movimiento fantasma que se utilizaban hasta ahora. “Hemos desarrollado un manual de instrucciones para saber cuáles son los límites de funcionamiento de esta ilusión táctil”, aclara Trujillo.
Así, los ingenieros de la Universidad de Málaga han establecido que, en promedio, los humanos somos capaces de percibir la ilusión del movimiento fantasma de un punto vibratorio ilusorio cuando la distancia recorrida por este es como mínimo el 20 por ciento de la separación entre actuadores.
Un momento de la investigación. (Foto: Universidad de Málaga)
Posibles aplicaciones
La implementación de ilusiones táctiles en realidad virtual o en realidad aumentada es una de sus posibles aplicaciones, con la ventaja principal de que su uso permitiría generar sensaciones de movimiento solamente con un par de actuadores. “Lo convencional sería colocar una serie de actuadores, no solo dos, que se encienden y apagan sistemáticamente para crear la sensación de movimiento”, afirma Trujillo, quien añade que este hallazgo se traduce, por tanto, en desarrollos de dispositivos de menor coste, más ligeros y con mayor resolución.
Su uso en chalecos vibratorios, en videojuegos, en pantallas táctiles para personas ciegas o en conciertos, por ejemplo, son otras utilidades de estos movimientos fantasma, que añaden realismo y nuevas sensaciones a la percepción que experimenta el usuario.
El estudio se titula “Phantom sensation: Threshold and quality indicators of a tactile illusion of motion”. Se ha publicado en la revista académica Displays. Y es fruto de la tesis doctoral del investigador Paul Byron Remache-Vinueza, que dirigen el catedrático de la Escuela de Ingenierías Industriales Fernando Vidal y Andrés Trujillo, y que avanza en el propósito de transmitir sensaciones musicales a través de la piel para personas con discapacidad auditiva. (Fuente: UMA)