Neurología
Una región cerebral que determina la distancia aparente de una fuente de sonido
Se ha logrado identificar una porción del cerebro que es responsable de determinar cuán lejos se origina un sonido, un proceso de análisis que no depende sólo del volumen con que escuchamos el sonido.
Aunque los sonidos aumentan de volumen cuando la fuente se nos aproxima, los seres humanos somos capaces de discriminar entre sonidos fuertes que vienen de lejos y sonidos más débiles que provienen de una fuente cercana. Esto ya denota que nuestros cerebros, a la hora de juzgar la distancia de la fuente de un sonido, se valen también de pistas que son independientes del volumen del sonido.
Empleando resonancia magnética funcional por imágenes, el equipo de Norbert Kopco y Jyrki Ahveninen, del Centro Martinos para Imaginología Médica del Hospital General de Massachusetts en Boston, Estados Unidos, ha encontrado un grupo de neuronas, en la corteza auditiva, que son sensibles a la distancia de las fuentes de sonido, y diferentes de las neuronas que procesan los cambios en el volumen del sonido. Además de aportar información científica básica, estos resultados podrían ayudar a conseguir avances en estudios futuros sobre trastornos auditivos.
En el primer experimento, los participantes en el estudio (12 adultos con capacidad auditiva normal) escucharon una serie de sonidos emparejados, con diferentes grados de volumen, y a distancias simuladas que iban desde los 15 hasta los 100 centímetros, y se les pidió indicar si el segundo sonido estaba más cerca o más lejos que el primero. Aunque las diferencias en el volumen variaron aleatoriamente, los participantes fueron muy precisos a la hora de distinguir las distancias simuladas de los sonidos.![[Img #9657]](upload/img/periodico/img_9657.jpg)
Los análisis efectuados en relación a la conducta de los sujetos de estudio sugieren que las reverberaciones producidas por un sonido, que son más pronunciadas en un ambiente cerrado y para los sonidos que viajan más lejos, pueden ser un indicio más importante sobre la distancia que las diferencias entre los sonidos percibidos por cada oído de los participantes.
Las imágenes de resonancia magnética funcional, tomadas mientras los participantes escuchaban otra serie de pares de sonidos, registraron cómo cambió la actividad en la corteza auditiva en respuesta a sonidos de diferente volumen y dirección, así como durante la audición de sonidos de nivel constante y en reacción al silencio. Las imágenes cerebrales registradas identifican una pequeña área que parece ser sensible a rasgos que informan sobre la distancia pero no sobre el volumen. Hasta donde saben los autores del nuevo estudio, ésta es la primera vez que se han descubierto neuronas sensibles a la distancia de las fuentes de sonido.
La región cerebral identificada se encuentra cerca de otras áreas auditivas de la corteza que procesan información espacial.



