¿Cómo funciona un exchange de criptomonedas?

Cuando hablamos de un exchange hacemos referencia a un tipo de plataforma online creada para agilizar los procesos de compraventa e intercambio de activos digitales. Simplificando, podríamos decir que se trata de la principal herramienta que utilizan los usuarios que realizan este tipo de operaciones aunque no todos los exchange son iguales ni cuentan con los mismos tipos de prestaciones.

Desde el lanzamiento del primero (llamado Bitcoin Market), que se hizo oficial con la aparición de BTC hacia el año 2009 como sistema para operar teniendo en cuenta la cotización bitcoin, hemos podido asistir a una evolución sin precedentes. No sólo en lo que concierne a su diversificación sino, también, a los aspectos técnicos y conceptuales. La aparición de una demanda creciente ha hecho que el desarrollo de estos sistemas de intercambio se haya agilizado de una forma acrecentada.

Pero, ¿cómo funcionan y qué tipos podemos encontrar en la red? A continuación, te hablamos de ello. ¡Toma nota!

Exchange de criptomonedas ¿Cómo funcionan exactamente?

Este tipo de plataformas están pensadas para agilizar y simplificar la compra y venta, así como los procesos de negociación de activos digitales. Para poder comenzar a hacer operaciones, es necesario que, en primer lugar, el usuario se dé de alta creando una cuenta. Además, deberá realizar un depósito de fondos en esta, estos suelen realizarse o bien mediante criptomonedas o bien a partir de dinero fiduciario.

Cuando nos encontramos ante entornos CEX la plataforma asume la custodia de dichos fondos. Desde el momento en que estos pasan a ser depositados en la cuenta del usuario, es posible hacer un análisis de los activos que se integran dentro del mercado como tal.

Cuando hablamos de procedimientos de negociación, nos referimos a la tramitación de órdenes o bien de compra o de venta. Las del primer tipo definen el volumen de criptomonedas que el operador desea obtener así como la tarifa que está dispuesto a invertir para conseguirlas. Las del segundo tipo, fijan la cuantía de criptomoneda que se desea poner en venta así como el precio mínimo aceptado para que dicha transacción se realice. Cuando las condiciones de compra y venta coinciden, entonces, la operación se lleva a cabo con la correspondiente transferencia de activos entre las cuentas que llevan a cabo el intercambio.

Es habitual que las plataformas de exchange incluyan también opciones avanzadas para, por ejemplo, gestionar órdenes límite o de ‘stop-loss’ así como otras prestaciones que pueden facilitar las operaciones de los usuarios.

En las variantes descentralizadas o DEX la formalización de transacciones se oficializa a través de la creación de contratos inteligentes en una cadena de bloques. Al mismo tiempo, la custodia recae en los usuarios de la plataforma pues no existe un ente central.

¿Qué tipos de exchange podemos encontrar?

CEX (Centralized Exchange)

Tal y como su nombre indica, se trata de una tipología de exchange centralizado cuya función es brindar un punto de conexión entre vendedores y compradores. Algunas de las plataformas más conocidas en la red incluyen Coinbase o Binance.

A pesar de que los CEX suelen brindar unas tasas de liquidez más elevadas junto con una mayor intuitividad, al mismo tiempo, su diseño centralizado implica algunos riesgos en materia de protección.

Cuando hablamos de que presentan una mayor liquidez que sus análogos, nos referimos a que registran una mayor cantidad de operaciones así como menos diferencias a nivel de precios.

Por otra parte, su accesibilidad y facilidad de uso les proporciona ciertas ventajas a nivel de experiencia de usuario en fórmulas en donde, al mismo tiempo, podemos encontrar una amplia variedad de pares de operaciones y criptomonedas.

Además, junto a las características anteriores, destaca la presencia de funcionalidades avanzadas. Estas incluyen opciones como la ejecución de órdenes de límite, stop-loss así como otro tipo de movimientos que se pueden llevar a cabo dentro del trading.

DEX (Decentralized Exchange)

Esta modalidad se caracteriza por presentar una estructura en la que no existe un elemento central y está preparada para permitir a los usuarios el intercambio directo a través de la formalización de contratos inteligentes. Al contrario de lo que ocurre con sus análogos, los CEX, suelen presentar en ocasiones ciertas limitaciones en términos de liquidez si bien proporcionan mayor privacidad y garantías de seguridad.

Tal y como hemos mencionado, se trata de una opción que permite un mayor control a los usuarios que se extiende no sólo a sus fondos sino también a sus claves privadas lo cual minimiza las posibilidades de que se produzcan accesos no autorizados a gran escala.

Una de las consecuencias positivas de que no exista una entidad central tiene que ver con la menor propensión a que se lleven a cabo medidas intervencionistas desde el exterior así como censura o control de los procesos. Es por ello que, además proporcionan también mayor privacidad y anonimato al tiempo que garantizan el acceso a usuarios acreditados desde cualquier parte del mundo.