Ecología
Las especies invasoras se expanden muchísimo más rápido que las nativas
La falta de adaptación de las áreas de distribución de la flora y la fauna al ritmo al que avanza el cambio climático global es un problema importante ya que aumenta la probabilidad de extinción de especies. Esta problemática se une al hecho de que las especies no nativas, muchas de ellas invasoras, están consiguiendo ventajas sobre las autóctonas, lo que pone en evidencia que también puedan tener ventajas frente al cambio climático. Para investigarlo, un grupo de especialistas de España y Estados Unidos ha revisado estudios de más de 6.000 especies nativas y no nativas de flora y fauna, incluyendo cambios observados (682 especies de estudio) y modelados (5.571 especies de estudio) de su rango de expansión.
Este estudio, que cuenta con la participación de dos institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, ha llevado a la conclusión de que las especies no nativas, en promedio, están expandiendo sus áreas de distribución muchísimo más rápido que las especies nativas. Las especies invasoras pueden tener rasgos que les permitan una propagación más rápida que la de las especies nativas. Pero la intervención humana indirectamente también tiende a ayudar a propagarse a las especies invasoras.
El equipo de investigación, encabezado por Bethany A. Bradley, de la Universidad de Massachusetts en Amherst, Estados Unidos, también ha demostrado que, con el cambio climático, las especies no nativas tienen áreas de distribución potenciales más grandes y expansiones de distribución más rápidas, probablemente debido a una combinación de múltiples focos de introducción y tolerancias climáticas más amplias. También se ha determinado en el estudio que, con motivo de los cambios climáticos, las zonas de contracción serán mayores para las especies nativas que para las no nativas, lo que confirmaría que las especies no nativas ganan más y pierden menos espacio que las autóctonas.
La polilla Lymantria dispar es una especie invasora en Norteamérica. (Foto: NPS / Catoctin Mountain Park)
Claramente, con tasas de propagación más rápidas y un mayor potencial para persistir o expandirse, las poblaciones de especies no nativas tienen una ventaja decisiva en un clima cambiante. Esto es una alarma medioambiental, ya que muchas de estas especies causan problemas medioambientales y socioeconómicos en los ecosistemas receptores. Belinda Gallardo, científica titular del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) del CSIC, indica: "Como sociedad, a menudo nos resistimos a los riesgos asociados con el traslado de especies nativas más allá de sus áreas de distribución en respuesta al cambio climático, mientras trasladamos sin miramientos especies no nativas por todo el mundo".
"Un mayor enfoque en los mecanismos de propagación nos ayudaría a identificar especies nativas vulnerables y especies no nativas con alto riesgo de expansión con el cambio climático", concluye Montserrat Vilà, profesora de investigación de la Estación Biológica de Doñana (EBD) del CSIC.
El estudio se titula “Observed and potential range shifts of native and nonnative species with climate change”. Y se ha publicado en la revista académica Annual Review of Ecology, Evolution, and Systematics. (Fuente: CSIC)