Psiquiatría
Variantes genéticas relacionadas con el trastorno obsesivo-compulsivo y el síndrome de Tourette
Los resultados de dos estudios recientes, efectuados por especialistas de diversas instituciones, y dirigidos desde el Hospital General de Massachusetts en Boston, Estados Unidos, prometen ser de ayuda para identificar variantes genéticas que contribuyen al riesgo de desarrollar el trastorno obsesivo-compulsivo o al de desarrollar el síndrome de Tourette.
Estudios anteriores sobre estos trastornos demostraron que tanto el síndrome de Tourette como el trastorno obsesivo-compulsivo son muy hereditarios y pueden compartir factores genéticos de riesgo, pero la identificación de genes específicos ha sido un reto muy difícil.
El trastorno obsesivo-compulsivo es la cuarta enfermedad psiquiátrica más común en el mundo. Se trata de un trastorno de ansiedad caracterizado por obsesiones y compulsiones que perturban la vida de los pacientes. El síndrome de Tourette, un trastorno crónico caracterizado por tics motores y vocales, generalmente comienza en la infancia y suele estar acompañado de enfermedades como el trastorno obsesivo-compulsivo o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Tanto el síndrome de Tourette como el trastorno obsesivo-compulsivo tienen un alto riesgo de recurrencia en personas de parentesco cercano a los individuos afectados, pero los estudios anteriores en los que se comparó a individuos afectados y no afectados no fueron lo bastante extensos como para identificar áreas o genes específicos del genoma que contribuyan al riesgo de padecer estas enfermedades.
Como probablemente muchas variantes genéticas contribuyen al riesgo de padecer ambas enfermedades, los equipos de investigación envueltos en esos dos nuevos estudios recurrieron a un enfoque mucho más abarcador de lo habitual, y basado en la estrategia de analizar cientos de miles de variantes genéticas llamadas polimorfismos de un único nucleótido (SNPs por sus siglas en inglés) en miles de individuos con y sin la enfermedad objeto del estudio.
Un consorcio internacional de investigación del trastorno obsesivo-compulsivo, integrado por más de 20 grupos de investigación en nueve países, analizó casi 480.000 SNPs. Los principales sujetos de estudio fueron 1.465 personas con trastorno obsesivo-compulsivo, y más de 5.500 individuos normales (grupo de control). También fueron examinados numerosos grupos familiares de tres personas, integrados por un paciente con trastorno obsesivo-compulsivo, su padre y su madre.
Otro consorcio similar, pero centrado en el síndrome de Tourette, formado por 22 grupos de siete países, analizó 484.000 SNPs de casi 1.500 personas con síndrome de Tourette y más de 5.200 individuos normales (grupo de control).
En el estudio sobre el trastorno obsesivo-compulsivo, el equipo de Evelyn Stewart (ahora en la Universidad de la Columbia Británica, Canadá), y Jeremiah Scharf y David Pauls, ambos del Hospital General de Massachusetts, ha logrado identificar posibles asociaciones con un gen llamado BTBD3, que está estrechamente relacionado con un gen que podría estar implicado en el síndrome de Tourette, y quizá también con el DLGAP1, un "pariente cercano" de un gen que en ratones, si es desactivado, produce síntomas parecidos a los del trastorno obsesivo-compulsivo.
En el estudio sobre el síndrome de Tourette, el equipo de Pauls y Scharf ha descubierto evidencias de una posible asociación con un gen llamado COL27A1, que puede ser expresado en el cerebelo durante el desarrollo, y con variantes que ayudan a regular la expresión de genes en la corteza frontal.