Astronáutica
Vuelo final del cohete Vega y nuevo satélite de la misión Copernicus Sentinel-2
Sentinel-2C, el tercer satélite de la misión Copernicus Sentinel-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA), fue lanzado al espacio por un cohete Vega el 5 de septiembre (o 4, dependiendo de la zona horaria).
El Sentinel-2C fue puesto en órbita a la Tierra con éxito y las comprobaciones realizadas desde entonces indican que funciona perfectamente.
Este lanzamiento es el último que efectúa un cohete Vega. Después de 12 años de servicio, este ha sido el vuelo final del lanzador original Vega. El cohete Vega, desarrollado conjuntamente por la ESA y la Agencia Espacial Italiana, se retira para ser reemplazado por una versión mejorada, el Vega-C.
El lanzamiento del Sentinel-2C se realizó desde el puerto espacial que la ESA tiene en la Guayana Francesa, región francesa de ultramar situada en la costa norte de América del Sur.
La misión Copernicus Sentinel-2 proporciona imágenes ópticas de alta resolución para una amplia gama de aplicaciones, como la vigilancia terrestre, la acuática y la atmosférica. La misión se basa en una constelación de dos satélites idénticos que vuelan en la misma órbita pero separados 180 grados: Sentinel-2A y Sentinel-2B. Juntos, cubren toda la superficie terrestre y las aguas costeras de la Tierra cada cinco días.
Ahora que Sentinel-2C está en órbita, pronto sustituirá a su predecesor, Sentinel-2A, tras un breve periodo de observaciones en tándem.
Por su parte, el futuro satélite Sentinel-2D tomará el relevo del Sentinel-2B.
El cohete Vega despega rumbo al espacio, portando al tercer satélite Copernicus Sentinel-2, el Sentinel-2C. (Foto: ESA / S. Corvaja)
Los actuales satélites Sentinel-2 llevan cada uno una cámara multiespectral de alta resolución que permite captar imágenes en la banda de la luz visible del espectro electromagnético, así como en la banda del infrarrojo cercano. Desde su altitud de 786 kilómetros, proporcionan imágenes continuas en 13 bandas espectrales con resoluciones de 10 metros, 20 y 60.
Los datos de Sentinel-2 se utilizan actualmente para una amplia gama de aplicaciones, como la agricultura, la vigilancia de la calidad del agua y la gestión de catástrofes naturales, incluidos incendios forestales, erupciones volcánicas e inundaciones. La misión ha superado ampliamente todas las expectativas iniciales, por ejemplo al demostrar su capacidad para detectar emisiones de metano.
Para la agricultura, la misión ayuda a vigilar la salud de los cultivos, a predecir su rendimiento y a realizar una agricultura de precisión. Las imágenes que capta se utilizan para detectar el tipo de cultivo y determinar variables biofísicas, como el contenido de clorofila y agua de las hojas, para hacer un seguimiento del crecimiento y la salud de las plantas. (Fuente: NCYT de Amazings)