Medioambiente y medicina
Contaminación atmosférica de origen artificial y síntomas de alergia al polen
Las patologías alérgicas de origen aerobiológico, específicamente aquellas causadas por la exposición a alérgenos del polen, han mostrado una tendencia creciente en las últimas décadas a nivel mundial. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), solo en España más de ocho millones de personas sufren de enfermedades alérgicas debidas al polen. Llamativamente, la tendencia al alza de la alergia es más evidente en las zonas urbanas que en las rurales.
De hecho, varios estudios ya sugirieron anteriormente que existe una interacción entre los granos de polen y los agentes contaminantes atmosféricos liberados por procesos artificiales, lo que implica una potenciación de la alergenicidad de los primeros.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) en España ha analizado seis tipos diferentes de polen y cómo afecta a su potencial para generar alergias su combinación con seis tipos diferentes de contaminantes atmosféricos. El área geográfica del estudio se ha centrado en la Comunidad de Madrid.
En concreto, el trabajo ha analizado la posible influencia, en la Comunidad de Madrid, de las concentraciones de seis contaminantes atmosféricos (O3, partículas PM10 y PM2,5, NO2, CO y SO2), y de las concentraciones de polen de seis tipos de polen de árboles (Cupressaceae, Olea, Platanus, Pinus, Ulmus y Populus) sobre los episodios de atención de dos patologías, la rinitis y la conjuntivitis alérgica.
Los resultados no dejan lugar a dudas: existe una interacción de la concentración de contaminantes atmosféricos en los granos de polen, lo que a su vez se interrelaciona con patologías alérgicas como la conjuntivitis y la rinitis alérgica en las zonas estudiadas de la Comunidad de Madrid.
![[Img #73762]](https://noticiasdelaciencia.com/upload/images/09_2024/566_contaminacion-atmosferica-y-sintomas-de-alergia.jpg)
Granos de polen vistos al microscopio. (Foto: Janice Haney Carr / CDC / Betsy Crane)
El ozono, el contaminante que más acentúa los síntomas de la alergia
“Todos los modelos realizados en el período de estudio para la rinitis alérgica indican una correlación entre las variables, y esto también es cierto para casi todos los modelos calculados para la conjuntivitis alérgica”, explica Esperanza Ayuga, investigadora de la UPM y coautora de este trabajo.
Así, la combinación de contaminantes y polen influye en la prevalencia de ambas patologías, de forma que en el caso de la rinitis alérgica todos los resultados de interrelación, y casi todos con la conjuntivitis alérgica, son estadísticamente significativos, en los 4 años de estudio.
“En cuanto a los contaminantes, el ozono (O3) es el más presente en los modelos calculados para la conjuntivitis alérgica, seguido por el dióxido de nitrógeno (NO2) y de las partículas PM10. Si hablamos de la rinitis alérgica, las partículas PM10 son las que más inciden en la prevalencia de esta patología, seguida del O3 y del dióxido de azufre (SO2)”, explica Javier Chico Fernández, coautor del trabajo.
Por su parte, el tipo de polen que más interacciona con las patologías alérgicas de estudio en la Comunidad de Madrid es Pinus, seguido tanto en el caso de la conjuntivitis como en el de la rinitis por el de Olea y Populus.
Las zonas menos urbanas del estudio son las que no presentan relación estadísticamente significativa con la conjuntivitis alérgica. Por otra parte, la rinitis presenta relación en todas las zonas de estudio, pero los mejores ajustes del polen y los contaminantes atmosféricos se dan en estaciones de medición del centro de la capital y Leganés.
Para los investigadores, los resultados de este estudio muestran la influencia conjunta de contaminantes y granos de polen en la alergenicidad y, por tanto, en el nivel de bienestar de la población y ofrecen pautas para afrontar de una manera multidisciplinar del problema de la alergia:
“Se puede obtener un beneficio sobre la salud de los ciudadanos con una adecuada planificación y gestión de las zonas verdes de las ciudades, mediante una cuidadosa selección de especies; mayor control de la contaminación del aire, en especial aumentar las mediciones de los contaminantes que causan mayor afección; y la gestión de una vigilancia epidemiológica adecuada”, concluyen.
El estudio se titula “Study of the Interrelations of the Concentrations of Six Tree Pollen Types and Six Atmospheric Pollutants with Rhinitis and Allergic Conjunctivitis in the Community of Madrid”. Y se ha publicado en la revista académica Applied Sciences. (Fuente: UPM)



