Neurología
¿Por qué no caemos de la cama cuando dormimos?
Es una experiencia que probablemente hayas tenido: te acuestas en la cama, cierras los ojos y te sumerges en el sueño. A lo largo de la noche, cambias de posición, te mueves e incluso te das vueltas. Pero, a pesar de todo esto, rara vez caemos de la cama mientras dormimos. ¿Por qué sucede esto? La respuesta está en una combinación fascinante de evolución, biología del sueño y la función de nuestro cerebro mientras descansamos.
El cerebro nunca duerme por completo
Aunque parezca que estamos completamente desconectados del mundo exterior mientras dormimos, la realidad es que nuestro cerebro sigue trabajando de manera activa. Hay regiones, como el tronco encefálico, que se mantienen en alerta para regular funciones básicas como la respiración, el ritmo cardíaco y, sorprendentemente, el control de nuestro cuerpo. Durante el sueño, el cerebro sigue consciente de los límites físicos del entorno, lo que nos ayuda a mantenernos en la cama.
Este fenómeno se denomina "consciencia corporal implícita", que es la capacidad de nuestro cerebro para monitorear y ajustar la posición del cuerpo incluso cuando estamos en un estado de sueño profundo. Nuestro cerebro sabe, aunque no seamos conscientes de ello, que hay un borde en la cama que no debemos cruzar.
La evolución y el instinto de supervivencia
Este comportamiento puede estar relacionado con un instinto evolutivo de supervivencia. Durante miles de años, nuestros ancestros dormían en entornos que no siempre eran seguros, como cuevas, ramas de árboles o terrenos inestables. Caer mientras dormían podría haber sido peligroso, y aquellos que desarrollaron mecanismos para evitar estas caídas tendrían más probabilidades de sobrevivir y transmitir sus genes.
Con el tiempo, los humanos desarrollaron la capacidad de controlar el movimiento mientras dormían, evitando caídas accidentales. Aunque ahora dormimos en camas cómodas, nuestra biología todavía conserva ese mecanismo de protección.
La fase REM y la parálisis del sueño
Otro factor clave que impide que caigamos de la cama es la parálisis del sueño que ocurre durante la fase de sueño REM (Rapid Eye Movement). Durante esta fase, el cerebro desconecta temporalmente la mayoría de los músculos del cuerpo, lo que impide que actuemos físicamente en nuestros sueños.
Si bien la parálisis del sueño está principalmente diseñada para protegernos de movernos bruscamente mientras soñamos, también juega un papel en evitar que hagamos movimientos peligrosos, como caernos de la cama.
El papel del sistema vestibular
El sistema vestibular, localizado en el oído interno, también es clave en este proceso. Este sistema es responsable de detectar la posición del cuerpo y mantener el equilibrio. Aunque está más activo cuando estamos despiertos, sigue enviando señales al cerebro durante el sueño, ayudando a nuestra mente a ser consciente de la orientación y posición del cuerpo. Si nos acercamos demasiado al borde de la cama, el cerebro recibe esta información y ajusta nuestra posición inconscientemente.
Excepciones: Cuando el sistema falla
Aunque este mecanismo es eficiente, no es infalible. En ocasiones, las personas pueden caerse de la cama, especialmente los niños pequeños, que aún no han desarrollado completamente estas capacidades motoras y de percepción espacial. Además, ciertos trastornos del sueño, como el sonambulismo o el trastorno de conducta del sueño REM, pueden hacer que las personas se muevan de manera más activa durante la noche, lo que aumenta las posibilidades de una caída.