Salud
¿Por qué sangra la nariz? Causas y consejos para prevenir las hemorragias nasales
La epistaxis, o sangrado de la nariz, es una situación común que afecta a personas de todas las edades. Aunque suele asustar y parecer grave, en la mayoría de los casos no representa un problema serio. Sin embargo, comprender por qué ocurre y cuándo se vuelve preocupante puede ayudarnos a lidiar mejor con estos episodios y a cuidar nuestra salud.
El sangrado nasal es más frecuente de lo que imaginamos, y las causas pueden variar desde factores ambientales hasta problemas de salud más profundos. La nariz tiene una red de vasos sanguíneos muy delicada y cercana a la superficie. Esto facilita el suministro de sangre para calentar y humedecer el aire que inhalamos, pero también hace que los vasos sean vulnerables a rupturas.
Existen dos tipos de sangrado nasal, dependiendo de dónde se origine la hemorragia:
- Epistaxis anterior: La más común, ocurre en la parte frontal de la nariz, cerca de las fosas nasales. Suele ser más fácil de controlar y generalmente es causada por factores ambientales o pequeños traumatismos.
- Epistaxis posterior: Es menos frecuente y más grave. El sangrado ocurre en la parte posterior de la nariz, donde los vasos sanguíneos son más grandes. La epistaxis posterior puede requerir intervención médica y está asociada a problemas de salud más serios.
Causas principales de la epistaxis
- Ambiente seco: Uno de los factores más comunes que causa el sangrado de la nariz es la sequedad ambiental, especialmente en invierno o en climas secos. La falta de humedad puede resecar la mucosa nasal, lo que vuelve frágil la pared de los vasos sanguíneos y los hace más susceptibles a romperse.
- Cambios de temperatura: Los cambios bruscos de temperatura también pueden provocar que los vasos sanguíneos de la nariz se dilaten o contraigan rápidamente, aumentando el riesgo de ruptura.
- Resfriados, alergias y rinitis: Las infecciones respiratorias, la rinitis y las alergias provocan inflamación de la mucosa nasal. Esto puede irritar los vasos sanguíneos, y el constante frotamiento o sonado de la nariz puede causar que estos se rompan.
- Traumatismos o lesiones: Un golpe en la nariz, una caída o incluso el hábito de hurgarse la nariz pueden dañar los delicados vasos sanguíneos y desencadenar una hemorragia.
- Medicamentos: El uso de ciertos medicamentos anticoagulantes (como aspirina o warfarina) y descongestionantes nasales aumenta la probabilidad de hemorragias. Los descongestionantes resecan la mucosa, y los anticoagulantes hacen que la sangre sea menos capaz de coagular.
- Problemas de salud subyacentes: En algunos casos, el sangrado puede ser síntoma de una condición médica subyacente, como hipertensión, trastornos de coagulación, infecciones crónicas o incluso tumores nasales. En estos casos, es fundamental acudir a un especialista para obtener un diagnóstico preciso.
¿Qué hacer cuando sangra la nariz?
Cuando nos sangra la nariz, el primer paso es mantener la calma y seguir estos pasos sencillos para detener el sangrado:
- Inclina la cabeza hacia adelante: Evita inclinarla hacia atrás, ya que esto puede hacer que la sangre se desplace hacia la garganta y cause náuseas o irritación.
- Presiona suavemente las fosas nasales: Usa los dedos índice y pulgar para pellizcar las fosas nasales durante unos 5-10 minutos, aplicando presión moderada.
- Aplica una compresa fría en el puente de la nariz: Esto ayudará a contraer los vasos sanguíneos y puede reducir el flujo de sangre.
Si el sangrado dura más de 20 minutos, o si es muy abundante y difícil de controlar, se recomienda acudir al médico para una evaluación detallada.
(Foto: Wikimedia Commons)
Consejos para prevenir el sangrado de nariz
- Mantén la nariz hidratada: En climas secos o durante los meses de invierno, considera el uso de un humidificador en casa. Además, usar una solución salina o gel nasal puede ayudar a mantener la mucosa hidratada y menos propensa a las rupturas.
- Evita hurgarte la nariz: Este es un hábito común pero arriesgado, especialmente en niños, ya que puede dañar la mucosa nasal y provocar sangrados.
- Cuida la presión arterial: La hipertensión es un factor de riesgo importante para las hemorragias nasales. Mantener la presión arterial bajo control es una buena práctica para la salud en general y puede reducir la probabilidad de sangrados espontáneos.
- Consulta sobre tus medicamentos: Si tomas medicamentos anticoagulantes, revisa su dosificación con tu médico y consulta sobre alternativas o precauciones adicionales.
- Controla las alergias y resfriados: Mantén un buen control de tus alergias con medicación prescrita por tu médico y evita el uso excesivo de descongestionantes, ya que estos pueden empeorar la sequedad de la nariz.
Cuándo es necesario buscar ayuda médica
En la mayoría de los casos, el sangrado de nariz se resuelve rápidamente y no requiere atención médica. Sin embargo, es importante estar alerta a signos de posibles problemas subyacentes. Se recomienda acudir al médico si:
- El sangrado es frecuente y espontáneo.
- Las hemorragias duran más de 20 minutos o son muy abundantes.
- Se acompaña de otros síntomas, como dolores de cabeza, mareos o dificultad para respirar.
La epistaxis puede ser un síntoma de afecciones subyacentes que requieren atención médica, como hipertensión o problemas de coagulación.