Astronáutica
Organoides cerebrales fuera de la Tierra y otros nuevos experimentos
Una nave Dragon de carga de SpaceX, transportando unas 3 toneladas de suministros cotidianos así como material para experimentos, despegó de la Tierra el 4 de noviembre (o 5, dependiendo de la zona horaria), rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS). El lanzamiento se efectuó desde el Complejo 39A en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, Estados Unidos, mediante un cohete Falcon 9 de SpaceX.
El 5 de noviembre, la nave se acopló al módulo Harmony de la Estación Espacial Internacional.
Esta misión de avituallamiento ha transportado a la estación espacial el material necesario para numerosos experimentos de investigaciones en múltiples áreas de la ciencia.
Una de las investigaciones que más expectativas han despertado es la dedicada a probar, en condiciones de microgravedad, los efectos de un nuevo fármaco contra la enfermedad de Alzheimer, la de Parkinson y otras demencias. Para la investigación, se trabajará con organoides de cerebro, que, a grandes rasgos son minicerebros cultivados en laboratorio.
Como versiones pequeñas y simplificadas de órganos, los organoides son de gran utilidad, entre otras cosas, para discernir procesos que resultarían más difíciles de observar en órganos propiamente dichos.
Además, en un futuro, los organoides podrían ser semillas para la formación de órganos completos a la carta, la panacea para los trasplantes de órganos. Esto ha generado algunas controversias éticas, ya que los organoides de cerebro podrían acercarse a la ambigua línea divisoria entre un conjunto de células cerebrales y el soporte de una autoconciencia completa. El cerebro es donde reside nuestro ser y por ello cultivar cerebros humanos sería como cultivar personas.
Otra investigación con organoides a bordo de la Estación Espacial Internacional se centra en la salud cardiaca e incluye la bioimpresión en 3D de organoides de tejido cardiaco para estudiar la atrofia del músculo cardiaco promovida por la microgravedad pero también por otros factores que se dan en la Tierra.
En el campo de la ingeniería, destacan las pruebas de un llamativo método de soldadura sin calor. Esta soldadura en frío es un proceso que une materiales metálicos similares utilizando fuerza o presión en vez de calor. Este método podría utilizarse algún día para reparar plataformas espaciales de forma segura y garantizar su viabilidad a largo plazo, lo que ayudaría a mitigar el problema de la acumulación de desechos espaciales en órbita a la Tierra. En este proyecto, el equipo de investigación probará la soldadura en frío por control remoto para aplicar parches metálicos a muestras simuladas de cascos de naves espaciales.
La Estación Espacial Internacional fotografiada desde la nave de carga Dragon de SpaceX durante su aproximación. (Foto: NASA)
Otro de los experimentos cuyo material ha sido traído a la estación espacial por la nave de carga Dragon trata sobre los efectos de la microgravedad y la radiación cósmica en los vegetales.
También es destacable un experimento destinado a examinar el viento solar y cómo se forma.
Está previsto que la nave Dragon de carga permanezca acoplada a la Estación Espacial Internacional hasta diciembre. Se prevé que entonces regrese a la Tierra con un cargamento científico, amerizando frente a la costa de Florida. (Fuente: NCYT de Amazings)